por Mario Herráez
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Parrilla
El principal fin de este elemento es dejar paso al aire para ayudar a la refrigeración del motor, necesidad que no es tan acusada en un bloque eléctrico. Si a esto se suma que un frontal totalmente carenado es más eficiente a nivel aerodinámico, la parrilla acabará por desaparecer. -
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Llantas
No dejarán de existir, pero sí que cambiarán de manera importante. Con el fin de aumentar la autonomía, una de las opciones más interesantes pasa por hacer que las llantas reduzcan la resistencia al aire, por lo que lo normal será ver diseños de llantas carenadas total o parcialmente. -
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Tapa del depósito de combustible
No habrá depósito que llenar, así que será innecesaria una tapa que lo cubra. Eso sí, será reemplazada por una toma de carga más difícil de encontrar a la primera. Varias marcas se decantan por un punto en los pasos de rueda delanteros, pero otras prefieren ocultarla tras el logo del frontal o de la zaga. -
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Pedales
Seguirá habiendo pedales, pero es posible que algunos fabricantes opten por una solución similar al e-Pedal de Nissan. Este aúna en uno solo las funciones de aceleración, al presionarlo, y de frenado, al soltarlo. De este modo se aprovecha además el sistema de frenada regenerativa integrado, que se puede configurar en varios niveles de resistencia. El embrague, en cualquier caso, desaparecerá. -
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Palanca de cambios manual
Los coches eléctricos son automáticos. Solo tienen una marcha y entregan su potencia completa desde el primer momento, por lo que la palanca de cambios desaparecerá. Seguirá habiendo un selector, en todo caso, para alternar entre directa, neutral y marcha atrás. -
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Maletero
Los fabricantes todavía se encuentran con el problema de la ubicación de las baterías, que por tamaño suelen recortar espacio, ya sea para los ocupantes o para el maletero. Lo normal será que, al menos en los primeros pasos de los coches eléctricos, la capacidad de este se reduzca respecto a una contrapartida con motor de combustión.
Mario Herráez
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.