Dulce y tentador, como un caramelo. El Adam es un modelo urbano de diseño que destaca por su imagen y calidad, y tiene un planteamiento sofisticado. Se postula como la alternativa de Opel al Fiat 500, pero también a otros coches pequeños y refinados como los Mini, Citroën DS3 y Audi A1, aunque estos últimos tienen un tamaño algo mayor y precios más elevados.
El nuevo Adam, que toma su nombre del fundador de Opel, llegará a España en marzo de 2013 y la versión más accesible (1.2 de 70 CV) costará 12.080 euros, algo más caro que el 500 y menos que el Mini. Sobresale por su sugerente estética, tanto en la carrocería como en el interior, y añade una conducción de tacto suave que resulta confortable y aporta cierta chispa. Además, y como es habitual en estos coches, se puede personalizar a medida con una amplia variedad de colores, adornos, llantas, tapicerías…
Con una longitud de 3,69 metros, el Adam es algo mayor que el 500 (3,54 metros) y tiene una arquitectura diferente. Si el modelo italiano es alto y redondeado, el Opel apuesta por la anchura, el músculo y la robustez, y se acerca más al formato del Mini (3,72 metros). Incluye cuatro plazas y un maletero de 170 litros, pero los asientos traseros son casi inutilizables, salvo si el conductor es muy bajo o el copiloto adelanta su butaca. Por habitabilidad, está por detrás del 500 y el Mini.
Al conducirlo se aprecia ese tacto cuidado que distingue a los coches especiales de los convencionales. Para empezar, tiene buena ergonomía y el puesto de conducción se adapta a todas las estaturas, algo poco frecuente en coches tan pequeños. Está bien insonorizado y las suspensiones trabajan con finura, igual que los motores. Y crean un conjunto agradable de conducir. Pero también permite circular con deportividad, porque reúne un peso ligero (unos 1.100 kilos), una dirección rápida y ejes anchos (como los de un Corsa) que otorgan buen agarre. El resultado es un confort de marcha superior al del 500 y un dinamismo al volante apreciable, aunque con sensaciones más filtradas que en un Mini y con predominio de la suavidad.
Hay tres motores disponibles, todos de gasolina, con cambio manual de cinco marchas y sistema Start&stop para emitir menos de 120 g/km de CO2 y no pagar impuesto de matriculación: 1.2 de 70 CV (5,1 litros de media y 12.080 euros), y dos 1.4, con 87 y 100 CV (cinco litros en ambos y sin precios todavía). En la presentación se pudo conducir el 1.4 de 87 CV, que funciona con un tacto sedoso, pero tiene una respuesta plana y algo anodina. Y este detalle, al igual que la habitabilidad, es el aspecto menos convincente del Adam. En 2014 Opel introducirá nuevos motores, con turbo y seis marchas, que deberían resolver este inconveniente.
El equipamiento para España no está definido, pero todos los Adam vendrán de serie con control de estabilidad ESP y podrán incluir dispositivos avanzados como el portabiciletas FlexFix, los retrovisores con alerta de vehículos en el ángulo ciego o el sistema IntelliLink (310 euros), una pantalla táctil en color que sirve como centro de control y agrupa, entre otras cosas, GPS, bluetooth y USB.
Personalización a la carta
El Adam tendrá 12 colores para la carrocería, tres para el techo y cuatro para el interior; 31 llantas, 15 tapicerías y hasta 19 adornos diferentes para el habitáculo, que además se podrán cambiar en 30 minutos si el cliente lo desea. Las opciones son tan variadas que Opel va a lanzar un configurador online para poder visualizar todas las posibilidades. Una de las alternativas más llamativas es el panel interior del techo con luces led (310 euros), que recrea un cielo nocturno y es muy original.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram