Después de cinco temporadas, ‘La casa de papel’ ha llegado a su fin. Y sin necesidad de destripar la trama principal de la serie, sí se puede decir que en bastantes de sus capítulos aparecen numerosos coches, entre los que destaca por el papel que desempeña un humilde Seat Ibiza de primera generación. El ejemplar apareció al principio de la serie, antes de que a finales de 2017 Netflix adquiriera los derechos.
El Seat es el coche de El Profesor, personaje interpretado por Álvaro Morte y cerebro (o uno de los cerebros) del atraco a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre.
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Es el vehículo que utiliza al comienzo de la serie para encontrar Selene Oliveira, alías Tokio (interpretada por Úrsula Corberó), y reclutarla para la banda. Posteriormente, el Seat Ibiza lo emplean ella y Aníbal Cortés, Río (interpretado por Miguel Herrán), en los primeros momentos de la trama.
El utilitario vuelve a aparecer en capítulos posteriores en un desguace, como elemento clave en el desarrollo de las primeras temporadas. Tan importante como lo ha sido para la automoción española desde su llegada al mercado en 1984.
El Seat Ibiza de primera generación
El Seat Ibiza supuso un antes y después para la marca española. Fue el primer modelo que la firma produjo tras separarse de Fiat, motivo por el que necesitaba dar un golpe sobre la mesa y presentar un buen producto.
Para ello, contactaron con diseñadores italianos, siendo el conocido Giorgietto Giugiaro quien se encargaría finalmente de darle forma, además de decidir que se utilizaría la plataforma del Seat Ritmo en lugar de la del 127, por dimensiones y por la posición delantera del motor.
Fue Karmann quien terminó las labores de diseño, creando un modelo de formas compactas y líneas rectas, con un perfil bastante atlético y detalles visuales que resaltaban, como los pequeños pasos de rueda, los bajos negros o las llantas multirradio.
Otro aspecto destacado del Ibiza original fueron sus motores, para cuyo desarrollo la marca española contó con la ayuda de Porsche. Se trataba de motores de potencia muy justa, pero suficientes como para mover al utilitario, e incluso llego disponer de bloques con más de 100 CV.
Comparado con el Ibiza de las fotos que ilustran estas líneas, el ejemplar que aparece en la serie es ligeramente diferente. Eso se debe a que se trata de una unidad de 1992, del final de ciclo de vida de vida de la primera generación (la segunda, más redondeada, se estrenaría en 1993), momento en el que el modelo ya había recibido una puesta al día.
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