Audi sigue su mirada al futuro. Tras el espectacular Audi skysphere concept, un biplaza que cambia de tamaño, ahora presenta el Audi Grandsphere Concept, una visión del lujo cuya puesta de largo tendrá lugar en el próximo Salón de Múnich.
El concepto del modelo, según Audi es el de un “jet privado para viajar por carretera”. Busca replicar la experiencia de viajar en primera clase, pero sobre el asfalto, combinando “el lujo y el confort de los viajes privados con una amplia oferta de experiencias a bordo”.
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Se trata de una gran berlina de afilado diseño, con un frontal bajo, enorme parrilla y una atlética silueta en cuya vista lateral destacan tanto las grandes llantas como sobre todo la caída del techo, que forma un pequeño alerón, y la alargada y estilizada zaga. Es, además, un vehículo de generosas dimensiones, que alcanza los 5,35 metros de longitud, 2 metros de anchura y 1,39 metros de altura; superando incluso al Audi A8, cuya próxima generación llega en 2024 y a priori adelanta este prototipo.
También hay que destacar la distancia entre ejes de 3,19 metros, algo que da lugar a un amplio habitáculo de cuatro plazas al que se accede a través de unas puertas de apertura suicida (en sentido inverso a la marcha). El interior es algo más futurista, concebido con un salón para que los ocupantes estén cómodos y relajados al máximo.
Llama la tención la total ausencia de controles en el salpicadero, al menos a simple vista, puesto que se trata de un vehículo con tecnología autónoma de nivel cuatro, en el que el conductor solo tiene que conducir cuando así lo desee. Para cuando no le apetezca, el sistema multimedia puede proyectar películas o emitir música.
Su mecánica es 100% eléctrico y está formada por dos motores –uno acoplado a cada eje para conseguir la tracción integral– que desarrollan una potencia conjunta de 720 CV y un par máximo de 960 Nm. Gracias a ello es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4 segundos.
El sistema se alimenta de una batería de 120 kWh que le otorga una autonomía de 750 kilómetros. Además, su arquitectura de carga es de 800 voltios, lo que le permite emplear estaciones de recarga de hasta 270 kW de potencia. En estas, en solo 10 minutos consigue un alcance extra de más de 300 kilómetros y en 25 minutos rellena su capacidad del 5% al 80%.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.