Añadir blindaje a un vehículo no tiene por qué convertir este en una mole segura pero lenta. Así lo ha demostrado la compañía AddArmor, especializada en estos menesteres, al aplicar su saber hacer sobre un Audi RS7 preparado con anterioridad por APR con su sistema APR Plus Stage II.
Con esta mejora, el motor 4.0 V8 biturbo del Audi se había potenciado hasta los 771 CV y los 1.085 Nm de par máximo. Esto aumentaba sus prestaciones de manera considerable, y lo cierto es que el posterior blindaje, aunque hace que se resientan, tampoco las empeora demasiado: consigue acelerar de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y alcanza hasta 325 km/h de velocidad máxima.
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Esto se debe a que AddArmor ha utilizado un recubrimiento de policarbonato en los paneles de la carrocería, una solución 10 veces más resistente que el acero balístico, pero considerablemente más ligera, hasta un 60%. Gracias a ello, todas las protecciones, que incluyen también ventanillas del mismo material y de cristal balístico, apenas añaden 91 kilos al conjunto.
Lógicamente, no cuenta con el mismo nivel de protección que otras preparaciones más pesadas, pero homologa un blindaje B4. De este modo, puede resistir disparos de armas de mano y de escopetas de bajo calibre.
La compañía ha aprovechado para añadir además toda una serie de accesorios entre los que se encuentran espray de pimienta, tiradores de las puertas que producen descargas eléctricas, un cañón sónico, cortinas de humo, un sistema de cámaras de 360 grados, filtros de aire e incluso máscaras antigás.
El paquete tiene un precio de 25.000 euros, pero también se puede encargar el proyecto completo, es decir, el Audi RS7, la preparación de APR y el blindaje; por 182.800 euros.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.