Con la última generación del Audi TT estrenada en 2014, los seguidores del modelo empezaban a impacientarse por la llegada de su variante más deportiva. Pero, por fin, tras dos años, se ha presentado el nuevo Audi TT RS que, además, llega con la etiqueta de ser “el TT más potente que se haya construido jamás”.
Ostentar dicho título se lo debe al conocido motor 2.5 TFSI que, para la ocasión, ha recibe una completa lista de mejoras. Se han reemplazado varios materiales por aluminio, consiguiendo un bloque igual de compacto (no llega a 500 mm de longitud) pero 26 kilogramos más ligero que su predecesor. Se ha reducido la fricción interna de los diversos elementos y se ha aumentado su potencia un 17% hasta alcanzar los 400 CV.
El propulsor turbo se asocia a un cambio S Tronic de siete velocidades que se ha configurado para que las marchas bajas sean cortas (aumentando el rendimiento y su reacción) y que la séptima más larga para reducir el consumo.
Sea con la palanca convencional o con las levas del volante, el motor manda toda la fuerza a las cuatro ruedas y, para conseguir una salida óptima desde parado, cuenta con el sistema launch control.
Como resultado de todo ello el Audi TT RS Coupé acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos y el Roadster hace lo propio dos décimas más lento. Como es habitual en los modelos del fabricante alemán, tienen limitada su velocidad máxima a 250 km/h, aunque si el cliente lo pide se pueden desbloquear los 280 km/h.
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No todo es acelerar en línea recta, también importa la estabilidad y el paso por curva. Para mejorar el manejo del TT RS, se ha rebajado 10mm su suspensión, la dirección es más deportiva y aumenta su dureza conforme se incrementa el radio de giro, calza llantas de 19 pulgadas (20 como opción) y tras ellas se encuentra un sistema de frenos con discos de acero perforado y autoventilados de 370 mm delante y de 310 mm detrás.
Otro elemento que repercute en su comportamiento dinámico es el peso, que esta generación es 10 kilogramos menos que en su predecesor, para un total de 1.440. El descapotable es algo más pesado, debido a los refuerzos, y marca 1.530 kilos en la báscula.
La ya atlética silueta del Audi TT RS recibe un extra de agresividad con un paragolpes específico con dos enormes entradas de aire, una parrilla de mayor tamaño y marco oscuro, un nuevo difusor en la zaga, dos salidas de escape elípticas y un alerón fijo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.