Con el Audi TT Tourist Trophy la marca de los cuatro aros presenta una edición especial que enriquece de equipamiento a su deportivo. Ya está disponible desde 56.260 euros en su versión de acceso, mientras que la equipada con el motor más potente arranca en 65.230 euros.
El cupé compacto de Audi lleva a la venta desde 1998 y va por su tercera generación, que ahora estrena esta serie inspirada por la icónica carrera que se celebra en la Isla de Man y que, además, fue la que dio nombre al coche.
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Para crearla, el fabricante ha optado por dotarle del equipamiento más completo que ha tenido nunca. En el exterior cuenta con el paquete deportivo S line, el paquete negro plus, llantas Audi Sport de 19 pulgadas con diseño de cinco brazos, faros Audi Matrix LED, pinzas de frenos rojas y tanto el alerón trasero, como las carcasas de los espejos retrovisores y las salidas de escape en negro. Todo ello se combina con la posibilidad de elegir entre tres colores metalizados para la carrocería: blanco glaciar, rojo tango o gris cronos.
Por su parte, el interior cuenta asientos deportivos plus tapizados en Alcantara y cuero, con costuras en contraste, volante forrado en Alcantara e inserciones interiores de aluminio en tono gris pizarra en las puertas y la consola.
Además, también dispone del cuadro de instrumentos digital Audi virtual ‘cockpit‘, la cámara de visión trasera, el Audi Sound System, Audi Smartphone interface, el Audi parking system plus y el control de crucero. A nivel dinámico, la suspensión S line es de serie.
A pesar de ser un conjunto bastante completo, también se pueden incorporar elementos opcionales como son las llantas Audi Sport de 20 pulgadas y el Audi MMI Navegación plus.
La llegada de esta edición reestructura la gama del TT, ya que una vez desaparecida su carrocería Roadster solo quedan el TT Tourist Trophy con mecánicas 40 TFSI S tronic de 197 CV y 45 TFSI quattro S tronic de 245 CV, y el TT RS como versión superior.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.