Madrid Auto: el automóvil deja atrás la crisis

La industria, que espera matricular este año más de 1,1 millones de turismos, se acerca cada vez más a la normalidad.

Madrid Auto 2016

El Salón del Automóvil de Madrid refleja el estado de crecimiento que experimenta la industria.

Triunfalismo aún no hay, pero el ambiente en los diversos subsectores que integran el mercado del automóvil en España, desde los fabricantes hasta las redes de venta, pasando por el renting, presentes en Madrid Auto, en Ifema hasta el próximo lunes 16, empieza a instalarse una sensación de cierta normalidad. Desde que las matriculaciones de turismos en España volvieron a cifras positivas, en 2013, la tendencia ascendente no se ha detenido. “Ese año, las ventas ya subieron el 3,35%, para luego dispararse el 18% al año siguiente, 2014”, comenta David Barrientos, portavoz de Anfac, la patronal de los fabricantes.

No extraña que en Anfac prevean que las ventas alcancen este año, al menos, 1.100.000 unidades, una estimación más bien conservadora a juzgar por los crecimientos de 2015 y de los cuatro primeros meses de 2016. El año pasado, las ventas crecieron en España por encima de los principales mercados de la UE. Por primera vez en seis años, el mercado rompió la barrera del millón de vehículos, con un 21% más de matriculaciones (1.034.000). Recuérdese que en 2012, el peor año de la crisis, se vendieron en España menos de 700.000 turismos.

Ahora no parece que la carrera ascendente se vaya a quedar aquí. En abril las ventas volvieron a dispararse el 21%. Entre enero y abril subieron un 10,3%, hasta los 385.775 turismos. Y como el segundo trimestre, antes de la llegada del verano, suele ser un periodo habitual de compra de coche, los profesionales están convencidos de que se van a superar sin duda las cifras del primer cuatrimestre.

Todo ello no significa que vayamos a regresar a las espectacu­lares cifras de 2007, cuando en España se vendieron más de 1,7 millones de coches. “Fue una situación excepcional”, dice Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de Ganvam, la patronal de los concesionarios. “Lo normal, por población y renta per capita, es que en España se vendan entre 1,2 y 1,3 millones”. No tardaremos mucho en llegar a ese umbral. “Solo hace falta”, explica un profesional del sector, “que la recuperación en marcha no se detenga por cuestiones políticas”.

Esta rápida recuperación se explica por un conjunto de causas. Durante los años de la crisis, los consumidores paralizaron, como es habitual, la sustitución de sus viejos vehículos por otros nuevos y aguantaron hasta ver qué pasaba con la economía y el empleo. Esto llevó la ratio de envejecimiento del parque automóvil español hasta los 11,6 años. A muchos no le cabía otra opción que rascarse los bolsillos y hacerse con un coche nuevo. De ahí que la primera causa de crecimiento hayan sido los sucesivos planes PIVE, para alentar las ventas y sustituir esos vehículos viejos –y contaminantes– por otros nuevos. “El inicio del Plan PIVE en septiembre de 2012 marcó el cambio de tendencia, antes negativa, a positiva”, asegura Barrientos.

Los compradores con derecho a ayudas PIVE, que son este año de 1.500 euros (750 la Administración y 750 los concesionarios), tienen que entregar su viejo coche para el desguace y comprar otro que sea eficiente en términos medioambientales. Los planes PIVE, que fueron muy criticados, parecen haber funcionado. El sector empezó a recuperarse antes que el conjunto de la economía.

El que está ahora mismo en vigor, el PIVE 8, termina oficialmente en julio. En el sector creen que, al ritmo que van las ventas, en mayo dejará de haber dinero para repartir entre los compradores. De momento, dada la incertidumbre política, no se sabe si habrá un nuevo PIVE para la segunda mitad del año. De no haberlo, se podría producir cierta ralentización en el mercado.

Los profesionales creen que sería una pena. Los PIVE, al dinamizar las ventas, han tenido un fuerte impacto sobre todo el sector. “Los ocho planes han tenido un impacto económico sobre el sector de 10.000 millones de euros”, apuntan en Anfac. Esto por la repercusión de las ventas adicionales sobre fabricantes de coches y de componentes, concesionarios o aseguradoras. Además, lo curioso es que no le han salido gravosos al Estado. “Mientras que esos planes de apoyo le han costado al Estado unos 1.100 millones de euros, este ha acabado recaudando ingresos fiscales de 5.000 millones, sobre todo IVA”, prosigue Barrientos.

No todo ha sido PIVE. Estos planes de apoyo llegaron, de hecho, cuando la economía empezaba a mostrar las primeras señales de recuperación. Las ventas se han visto beneficiadas por la mayor renta disponible en los bolsillos de los españoles. Y también por la apertura del crédito y su abaratamiento, una situación que, dice Sánchez Torres, de Ganvam, hace años no se daba y que “tuvo que ser solucionada por las propias marcas”.

El sector no sale, sin embargo, incólume de la crisis. La enorme competencia entre marcas y las guerras de precios han llevado a los concesionarios a márgenes casi negativos: muchos tuvieron que echar el cierre. “Los márgenes han empezado a subir desde el año 2015”, dice Sánchez Torres. “Ahora estamos en el 1,5% de margen sobre ventas, pero tendríamos que llegar al menos al 2,5% o 3%”. También los fabricantes han tenido que apretarse el cinturón. En los últimos años han ido ofertando modelos con mayores prestaciones y más tecnología y, sin embargo, a precios más bajos. “En los últimos años el precio de los coches ha bajado un 10% de media”, asegura Barrientos, de Anfac.

Además, los consumidores han cambiado su comportamiento. “Los compradores han diversificado sus preferencias, compran más híbridos y SUV y monovolúmenes pequeños”, dice Miguel Aguilar, director de Madrid Auto y del Salón de Flotas. Y se decantan, claro, por coches más baratos que antes. El segmento medio, los vehículos entre 15.000 y 30.000 euros, es el que más ha sufrido. En cambio, apunta Sánchez Torres, “lo que está subiendo es el coche medio-bajo, de 8.000 a 10.000 euros”.

MÁS MATRICULACIONES

Lo mismo que sucede en el mercado del automóvil en general se puede decir del renting, que lleva tres años creciendo en matriculaciones. Después de haber tocado fondo en 2012 con 106.000 matriculaciones, superó el año pasado las 172.000, con lo que va acercándose a las cifras de su mejor año, 2007, con 203.000. También el parque de vehículos de alquiler está creciendo desde 2014. Después de tocar fondo en 2013 con 401.200 vehículos, a finales de 2015 estaba en 447.600.

Aún está lejos de los 571.000 de 2008, pero es posible que alcance ese umbral en dos años si se sigue creciendo al ritmo actual. En 2014 se incrementaron un 19,3%; el año pasado, un 20,5%, y hasta abril de este año, un 13%. Los mayores crecimientos llegan no de las grandes empresas, sino de las pymes, menos adscritas al renting y donde el sector ve más recorrido. Agustín García, presidente de AER, considera que para que el renting se imponga en este segmento y en el de autónomos y particulares es necesario combatir la idea de que resulta más caro que una compra normal.

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