La electricidad y los híbridos están de moda, la marea verde y eficiente goza cada vez de más apoyos, pero hay marcas que ya están mirando más allá en el futuro: hidrógeno. BMW no es pionera, Honda y Toyota lideran a las marcas en este aspecto, pero parece tener ganas de engancharse al grupo de cabeza.
El fabricante alemán tiene pensado lanzar al mercado en 2020 un Fuel Cell Electric Vehicle (FCEV) que funcione con pila de hidrógeno, y ha mostrado sus avances al respecto presentando dos prototipos en el circuito de Miramas, en Francia: un i8 y un Serie 5 GT.
Ambos montan un motor eléctrico que desarrolla 245 CV de potencia y que se alimenta del hidrógeno almacenado a 700 bares de presión en un depósito en forma de ‘túnel’ situado entre el eje delantero y el trasero. Además, BMW ha aprovechado para patentar un sistema de almacenaje a solo la mitad de presión, 350 bares, con el nitrógeno a una menor temperatura y en estado gaseoso.
La marca alemana ha aprovechado su sinergia con Toyota para el desarrollo del modelo, por lo que no extraña que tengan la misma autonomía que el Mirai, unos 500 km. El tiempo para realizar una carga completa es de menos de cinco minutos.
Mientras que el Serie 5 Gran turismo no se distingue en nada de un modelo de serie, el i8 si es distinto del que vemos en la calle. Los pasos de rueda son distintos y la carrocería se modifica con una zaga más abierta, además, las llantas son semicarenadas.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.