Modelo nuevo, M Performance Parts y versión ‘M’. Es la hoja de ruta de la mayoría de lanzamientos de BMW. Ahora le llega al turno al BMW Serie 5 de recibir su piezas deportivas.
Como en sus hermanos, están pensadas para que la berlina gane en atractivo estético, pero, además, también hay elementos que mejoran su rendimiento.
Por lo que respecta a la imagen, encontramos todo lo habitual, con una presencia importante de la fibra de carbono: el splitter delantero, las entradas de aire, las carcasas de los retrovisores, el discreto alerón y el difusor trasero están fabricados en dicho material. Pero no queda la cosa ahí, también se puede optar por una parrilla oscurecida, molduras negras para los faldones laterales, vinilos para la carrocería o unas llantas específicas bitono de aleación ligera y 20 pulgadas de diámetro.
Las mejoras de rendimiento no están disponibles para todas las versiones del modelo. Así, el Active Sound, que modifica el sonido del motor, sí es común a todas ellas, mientras que el BMW M Performance Silencer solo lo pueden montar los 530i y 540i, y este último puede además instalar el BMW M Performance Power and Sound, que además de mejorar el sonido incrementa su potencia hasta los 360 CV y su par máximo a 500 Nm.
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