Las técnicas para robar un coche se cuentan por cientos, pero todas tienen un punto en común: el elemento de distracción. Aprovechando que es Halloween y que se hacen bromas y jugarretas en las calles, los ladrones pueden aprovecharlas para confundirse entre la multitud y perpretar sus robos.
De hecho, la policía ha avisado de una de estas bromas de Halloween, que consiste en lanzar huevos a los coches. Además de generar inconvenientes y molestias a los propietarios, si los vehículos se encuentran en circulación esta inocentada puede ser de muy mal gusto y peligrosa.
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Pero es que, además, lo que pasa por una broma se puede convertir en un intento de robo. Los ladrones de coches utilizan desde hace tiempo este truco para distraer a sus víctimas. Aprovechando que es Halloween, la técnica del huevo para robar el coche puede difundirse más todavía este fin de semana.
La broma del huevo
Esta técnica, que como la broma de Halloween comparte el hecho de lanzar huevos a un coche, da inicio a una dinámica que acaba con un robo, bien sea del propio vehículo, bien de las pertenencias que la víctima tiene en el interior.
La víctima, cuando un objeto impacta sobre su luna delantera y mancha todo el cristal, se sobresalta e intenta reaccionar a la agresión. La lógica pone en marcha el primer mecanismo de defensa: activar los limpiaparabrisas para recuperar la visibilidad. Sin embargo, esta no es la reacción más adecuada, ya que es justo lo que están esperando los ladrones para poder atacar.
Cómo evitar el robo
Si el cristal del coche recibe el impacto de un huevo, lo peor será tratar de limpiarlo con los limpiaparabrisas. Las escobillas extenderán todo por el cristal, dificultando aún más la visión. El conductor se verá obligado a bajar del coche para tratar de eliminar el huevo y, entonces, los delincuentes aprovecharán para atracarle.
La mejor manera de reaccionar si un ladrón tira un huevo al parabrisas es no parar el coche. Aunque la visión haya quedado algo reducida, un solo huevo no impedirá que el conductor vea a través del cristal. Así pues, para evitar problemas, la principal recomendación es tratar de seguir conduciendo hasta llegar a un lugar seguro.
Lo aconsejable es intentar llegar hasta casa, pero no siempre es posible. Aparcar en una vía transitada, dentro de un aparcamiento vigilado o en un lugar similar será suficiente. Antes de bajar del coche, hay que cerciorarse de que no hay ninguna persona sospechosa cerca y, en caso de que sí, avisar a la policía y no abandonar el vehículo.
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