Recién llegado de Valencia, donde disputó la última eliminatoria de la Copa Davis, y luciendo su flamante primera posición en la clasificación del tenis mundial, Carlos Alcaraz pasó por Madrid para comparecer también como nuevo embajador de BMW.
El tenista de El Palmar (Murcia) repasó la intensidad con la que ha vivido las últimas semanas, sobre todo desde que su victoria, con solo 19 años, del Abierto de Estados Unidos le alzó a lo más alto de la lista de la ATP. Y también tuvo la oportunidad de hablar de coches, después de convertirse en imagen de la marca alemana de automóviles y obtener el permiso de conducir solo unos meses atrás, por motivos obvios de edad.
Alcaraz comenzó expresando su satisfacción por el reciente acuerdo alcanzado con BMW: “Formar parte de la familia BMW para mí es un orgullo. La marca representa unos valores que yo comparto como persona y deportista. Es una gran empresa, me encanta”.
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Y también confesó que, por el momento, ha carecido de la oportunidad de probar mucho el iX que la marca ha puesto a su disposición: “La verdad es que no he tenido mucho tiempo para conducir el coche. Estoy deseando volver a casa, entre otros motivos, para poder probarlo”.
Con solo 19 años, el murciano pertenece a una generación que muestra cierto desapego por el mundo del automóvil. No es su caso, como explica: “Yo siempre he querido tener carnet de conducir para disfrutar de un poco más de independencia. Hasta ahora tenía que recurrir a mi familia o amigos para los desplazamientos, no me gustaba tener que quitarles tiempo para ir de un sitio a otro. Para mí, es importante no depender de nadie, ni molestar a los demás para moverme. Ha sido una buena motivación poder ir donde quiero y cuando quiero. Y me saqué el carnet a la primera, tanto el teórico como el práctico, porque no paso mucho tiempo en casa y quería tenerlo, así que le di caña”.
Con lo que se siente muy sensibilizado el tenista es con la importancia de una movilidad eficiente: “Hemos decido junto a BMW que mi coche sea eléctrico, he querido que sea así por razones de sostenibilidad. Ya tengo un cargador en casa, así que tengo muchas ganas de poder conducirlo”.
Lo que no significa que Alcaraz, como joven dinámico, no se sienta atraído por otras sensaciones que ofrece la conducción: “A mí me gusta conducir, hacerlo es algo más que desplazarme. Además, a Juan Carlos [en referencia a Ferrero, su entrenador], con quien paso más tiempo que casi con mi familia, le encantan los coches, la conducción y por eso también me apetecería que en algún momento pueda probar las sensaciones de ir un poquito más allá, la adrenalina de la deportividad. Espero que algún día lo consiga. Aunque en la carretera soy mucho más prudente que las pistas de tenis”.
Por su parte, Manuel Terroba, presidente y consejero delegado de BMW Group para España y Portugal, expresó igualmente la satisfacción de la marca por asociarse a la imagen de un deportista de esta categoría: “Para BMW, es un orgullo contar con Carlos Alcaraz en la familia BMW. Es un deportista que representa valores que compartimos, además de ser rápido y ágil en la pista, como nuestros coches.
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Una vida sobre ruedas. De piloto (malo) de motocross a periodista deportivo en Diario AS, incluyendo una década en los grandes premios de MotoGP. Apasionado de los coches y las motos, en más de 30 años ha tenido el privilegio de probar unos cuantos cientos de unos y de otras. Ahora, subdirector en Prisa Motor.