El cinturón de seguridad y el truco para saber si un coche de segunda mano merece la pena

Comprar un vehículo de ocasión es una operación que muchos temen porque existe la posibilidad de ser engañado por el vendedor.

El cinturón de seguridad y el truco para saber si un coche de segunda mano merece la pena

Un conductor poniéndose el cinturón de seguridad.

A lo largo de la primera parte de 2024, desde enero a junio, en España se han vendido 1,9 coches usados por cada vehículo nuevo, según los datos facilitados por Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios). Comprar un modelo de segunda mano es un ejercicio de confianza y hay un elemento clave para ello: el cinturón de seguridad.

Algunos coches de segunda mano no tienen historial para poder responder a preguntas como: ¿Cuántos dueños ha tenido? ¿Cuántas averías o accidentes ha sufrido? Hay compradores que tampoco quieren pagar por un informe y prefieren basar su compra en su propia investigación.

El cinturón de seguridad, una fuente de información

Para ello, existen señales reveladoras de posibles accidentes. Algunas son evidentes como, por ejemplo, huecos demasiado grandes entre los paneles de la carrocería, un trabajo de pintura desigual u ondulaciones en las superficies exteriores.

Pocos saben que los cinturones de seguridad también pueden ser una fuente de información sobre el pasado del coche usado. Sólo hay que fijarse en tres detalles de este elemento.

Marcas en el cinturón

A la hora de revisar un vehículo de segunda mano, es conveniente sacar todo el cinturón de seguridad: hasta el tope. Si hay alguna marca de agua, barro o, incluso, moho, será un claro indicativo de que ha sufrido una inundación.

Este hecho se suele ocultar con frecuencia porque la presencia de agua es sinónimo de problemas serios para cualquier componente eléctrico del coche. Echar un vistazo debajo de las alfombrillas también ayuda en esta investigación.

Fecha de fabricación

En la parte inferior del cinturón de seguridad hay una etiqueta con los datos de producción: contiene el nombre del fabricante, el número y la fecha.

No sólo hay que verificar que la marca de este elemento sea la original, también hay que fijarse en la fecha de producción. Si no coincide con la del coche, podría ser una señal de alerta: la diferencia indicaría que, por algún motivo, el cinturón ha sido reemplazado.

Y, por último, hay que sacar el cinturón de seguridad con normalidad y soltarlo: debería recogerse automáticamente hacia el pilar. Si se queda suelto, es otra señal de que el vehículo sufrió un accidente que afectó al pretensor.

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