La solución más radical contra los coches mal aparcados: grúa y subasta pública

Aparcar mal suele ser sinónimo de multa, pero la sanción que se imponga varía mucho en función del lugar del mundo en el que se encuentre el vehículo. En España, por ejemplo, varía entre los 80 y los 200 euros, pero además es posible reducirla a la mitad si hace pronto pago. En comparación, la sanción que se establece en la ciudad de Nueva York es mucho más radical: pueden llegar a subastar el coche.

Aparcar mal en la ciudad supone una multa que oscila por norma general entre los 65 y los 110 dólares, pero el peligro radica en que, de acuerdo a lo que se dice en el Departamento de Finanzas de Nueva York, “el departamento de Policía puede remolcar un vehículo por cualquier infracción de estacionamiento en cualquier lugar de la ciudad”.

Así, cualquier pequeña incidencia relacionada con el aparcamiento, si el agente en cuestión lo considera así, puede acabar con la grúa llevándose el coche al depósito.

Eso sí, el departamento también señala que los casos principales en los que es más común que se lleve a cabo la retirada del vehículo es en los siguientes:

• El coche tiene más de 350 dólares de deuda en multas de aparcamiento
• El coche está estacionado en doble fila
• El coche está estacionado en una boca de incendios
• El coche se encuentra en una zona de parquímetro que no ha pagado
• El coche bloquea una intersección o túnel
• El coche bloquea un camino de entrada a un garaje

Ahora bien, sea cual sea el motivo por el que el coche se lleve al depósito, el peligro es el mismo: si el dueño no acude a pagar la multa correspondiente para recuperarlo en los siguientes 10 días, la ciudad de Nueva York pasará a subastarlo y no podrá hacer nada al respecto para evitarlo.

De hecho, se especifica incluso que el propietario del vehículo ni podrá pujar para intentar recuperar su propio coche.

El problema a la hora de intentar pagar la multa para sacar el automóvil del depósito radica en que, una vez allí, suelen aplicarse recargos adicionales, a los que hay que añadir la cuantía de las multas acumuladas, lo que hace que el montante final pueda ser muy elevado, una cuantía que mucha gente no es capaz de reunir en los 10 días de los que dispone para ello.