Las empresas disfrutan de ciertas ventajas fiscales y ciertos beneficios cuando adquieren vehículos para sus flotas. Por ejemplo, en el caso del renting, las empresas y los autónomos se pueden desgravar las cuotas y el IVA.
También hay diferentes ayudas y subvenciones que las empresas pueden disfrutar a la hora de incorporar coches a sus flotas. En estos casos, los coches de empresa no salen nada baratos a los contribuyentes europeos.
El último informe de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E) ha señalado que los coches de empresa de gasolina y diésel cuestan unos 42.000 millones de euros a los contribuyentes europeos, de manera general.
La razón generalizada de este coste son las subvenciones que la Unión Europea reparte entre los conductores de coches de empresa de combustión. Por ejemplo, los vehículos de combustión de empresa en países como Alemania, Italia, Francia y Polonia tienen grandes exenciones fiscales en concepto de prestaciones en especie.
No obstante, existen diferencias entre países. Por ejemplo, T&E destaca en su informe el caso de Reino Unido y de España. En este primer país, la exención fiscal para los coches de empresa electrificados es mucho más favorable que la de los coches de empresa de combustión. Aunque en España se intenta favorecer la compra de coches de empresa eléctricos, las empresas todavía no están apostando por este tipo de motores.
Exenciones para los consumidores más pudientes
En este informe también se detalla en qué tipo de coches de empresa se acaba invirtiendo el dinero de los contribuyentes. Así, de esos 45.000 millones de euros, 15.000 millones se destinan a adquirir SUV.
T&E ha analizado los coches de gasolina más vendidos de cada segmento y, de media, los conductores de coches de empresa disfrutan de unos beneficios fiscales anuales de 6.800 euros. No obstante, los beneficios llegan hasta los 21.600 euros de media en el caso de los coches del segmento E, SUV deportivos en su mayoría.
Además, la federación ha concluido que este tipo de ayudas y exenciones fiscales a los coches de empresa acaba favorenciendo, por lo general, a “los consumidores más acomodados”. Según sus estimaciones, los conductores de coches de empresa ganan el doble que el contribuyente europeo promedio.
T&E concluye que los beneficios fiscales para los conductores de coches de empresa son uno de los mayores subsidios a los combustibles fósiles que existen. No obstante, recuerda que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se comprometieron el año pasado a “eliminar gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles lo antes posible”.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram