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Compró un coche y luego se lo embargaron: la venganza de esta mujer fue tan grande que ahora el concesionario casi va a tener que cerrar

Madrid |

Todo ocurrió al comprar un Kia K5 de segunda mano, una berlina de gran tamaño, y decidir la financiera que no tenía recursos suficientes.

Kia

Foto: Getty Images

Si la venganza es un plato que se sirve mejor frío, como dice el viejo refrán, entonces una cliente descontenta de Kia en Ohio (Estados Unidos) lo ha entregado directamente del congelador a un distribuidor después de que las dos partes se pelearan por un K5 usado. El resultado es una batalla legal entre la clienta y el concesionario en la que este último lucha por el derecho a usar su propio nombre.

La historia comienza en febrero de 2024 cuando Tiah McCreary decidió comprar un Kia K5 2022 del concesionario Taylor Kia de Lima, Ohio. El Kia K5 es una berlina de tamaño medio que sustituye al antiguo Kia Optima en mercados como Estados Unidos, Corea del Sur y otros países fuera de Europa. No se comercializa en España ni en Europa bajo ese nombre ni como modelo equivalente.

¿Qué pasó?

McCreary firmó varios documentos en el concesionario de Kia para financiarlo. Unas semanas después de que McCreary fuera propietaria del automóvil, Global Lending Services, que le había dado luz verde para comprar en función de los cheques iniciales, decidió que sus ingresos no eran lo suficientemente altos como para recibir el préstamo. El coche fue embargado.

Ante esta humillación, la compradora descubrió que Taylor Automotive Group no había presentado una solicitud de renovación para el nombre ‘Taylor Kia’ y lo aprovechó para registrarlo a su propio nombre.

Imagen del concesionario metido en problemas. Fuente: Google

Se produjo una disputa legal total en la que McCreary presentó una queja alegando que el grupo de concesionarios y Global Lending Services violaron la Ley de Prácticas de Ventas al Consumidor, al tiempo que solicitaba una orden judicial para evitar que Taylor Kia usara su propio nombre.

El tribunal decidió que la propiedad del Kia K5 se decida, mediante un tercero, en un proceso de arbitraje, pero dictaminó que el uso del nombre ‘Taylor Kia’ era un asunto separado.

Así es el Kia K5.

Y esto todavía está por resolver y acumulando grandes facturas legales que una de las partes tendrá que pagar. Es posible que McCreary no haya recuperado su Kia todavía, pero lo que sí es cierto es que les va a provocar más de un dolor de cabeza a las personas que se lo quitaron.

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Alfredo Rueda Perfil de Alfredo Rueda en Linkedin

Periodista especializado en motor desde hace más de 20 años, ha trabajado en diferentes gabinetes de prensa (Federación Española de Automovilismo o Circuito del Jarama) y medios especializados (Motor 16, Marca Motor o Auto Bild). Apasionado de coches, motos y, ahora también, de los cacharros con alas.

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