Con el Zarooq Motors Sand Racer es fácil jugar en la arena

La compañía árabe presenta un todoterreno pensado para la competición: solo 1.000 kg de peso, 309 o 507 CV de potencia y propulsión trasera.

Eso de “el dinero no da la felicidad” es mentira. Puede que no te la de manera directa, pero te permite comprar cosas con las que vas a disfrutar de lo lindo y con las que será difícil quitarte la sonrisa de la cara. Y si hablamos de dinero, tenemos que hablar de Dubái y los Emiratos Árabes.

Casi todas las noticias de motor que nos llegan desde allí suelen ser auténticas locuras con coches extravagantes, realmente caros y con todo tipo de lujos. Teniendo en cuenta ese barómetro, lo que propone la compañía Zarooq Motors es hasta barato: el Sand Racer, un todoterreno de carreras del que se producirá una serie limitada de 20 unidades, a 100.000 dólares cada una.

La propuesta tiene sentido en un país en el que la afición por correr, dar saltos y hacer el cabra con un 4×4 a través de las dunas es casi deporte nacional. Ya que los paisanos lo hacen con todoterrenos normales, ¿por qué no facilitarles un “juguete” preparado expresamente para ello?

Con una estética más propia de un vehículo del Dakar que de un SUV convencional, tiene una longitud de 4.200 mm, una anchura de 2.040 mm y una altura de 1.200 mm, con 312 mm de distancia libre al suelo, un ángulo de ataque de 45 grados y uno de salida de 53. Además, es bastante ligeros para un vehículo de sus características, con solo 1.000 kg de peso repartidos 40:60 entre ambos ejes.

Parte de esta ligereza se debe a que, en contra de lo que pareciera lógico, no es un vehículo de tracción integral, sino de propulsión trasera. También detrás está montado el motor 3.5 V6, que se ofrece con dos potencias distintas, 309 y 507 CV.

No apunta malas maneras, la verdad, pero al guinda del pastel la pone la segunda parte del proyecto de Zarooq Motors: la creación de una copa monomarca que se disputará en un circuito off-road creado ex profeso en una finca de 404.000 metros cuadrados situada en Dubái.

Con todo esto se esperaría que su interior biplaza, del que no hay imágenes, fuera espartano y enfocado a la competición, pero no. Dado que es un coche homologado para circular por carretera, cuenta con comodidades de todo tipo, como aire acondicionado, sistema de audio, de infoentretenimiento…

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