El primer mensaje ya ha calado entre la mayoría de los automovilistas (conducir bajo los efectos del alcohol resulta muy peligroso), así que hay quien empieza a dar el siguiente paso. Ponerse al volante con resaca también puede tener consecuencias muy negativas.
El peligro al que se exponen estos automovilistas (y al que exponen a los demás) es también muy elevado porque la falta de sueño, el cansancio o el dolor de cabeza limitan notablemente la capacidad de reacción y de concentración.
Y Ford acaba de mostrar de manera palpable cómo responde un cuerpo durante ese peligroso día después. Su “traje de conducción con resaca” simula claramente las sensaciones del conductor en una situación así.
Con un peso de más de 17 kilos, está compuesto por un chaleco especial, pesas de muñeca y tobillo, gorra, gafas y unos auriculares. Todos estos elementos combinados simulan los síntomas clásicos de fatiga, mareo, sensación de cabeza palpitante y dificultad para concentrarse.
“Muy a menudo, la gente no se da cuenta hasta qué grado la resaca afecta a las habilidades principales para hacer cualquier cosa”, asegura el doctor Richard Stephens, profesor de Psicología de la Universidad Keele del Reino Unido.
El traje ha sido encargado por Ford al Instituto Meyer-Hentschel, y así lo describe su consejero delegado, Gundolf Meyer-Hentschel: “Para el traje de conducción con resaca hemos incluido unos auriculares que recrean la sensibilidad aumentada al sonido, así como las experiencias acústicas típicas de una migraña. Además, una pieza especial para la cabeza, junto con las gafas, simula la sensación de mareo y de dolor de cabeza”.
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