La llegada de una dana a España coincidirá esta semana con un episodio de calima y desencadenará un fenómeno meteorológico conocido popularmente como ‘lluvia de sangre’.
Así describe la situación la web especializada Meteored: “La situación más adversa se prevé para el jueves, coincidiendo con el momento culminante de la irrupción de calima. Por tanto, todo parece indicar que podríamos tener un episodio de ‘lluvia de sangre”.
“El jueves los coches y otros objetos podrían acabar teñidos de naranja y rojo en Andalucía, Extremadura, centro, Meseta Sur, interior este y en puntos de la vertiente cantábrica. Con el paso de las horas, el movimiento hacia el este de la depresión en altura favorecerá que la calima se vaya desplazando hacia el Mediterráneo, renovándose la masa de aire y retirándose el polvo en suspensión”, agrega el sitio web.
Calima: ¿cómo limpiar y lavar el coche sin dañarlo?
Cuando se produce un fenómeno como este, el coche se debe limpiar a fondo, ya que la arena se incrusta más a medida que pasan los días y puede causar daños irreparables en la carrocería, los cristales o los faros. Estos son los consejos básicos:
- Utilizar aire a presión. Es el primer paso para una correcta limpieza. Puede valer un hinchador doméstico o el compresor de una gasolinera, pero es imprescindible eliminar toda la arena antes de echarle agua.
- Usar agua a presión. Una vez eliminada la arena, se utiliza agua a presión para que todo quede resplandeciente, pero sin frotar. Debe hacerse así, pues a poco que haya quedado algún granito de arena, si se frota con fuerza se arañará la carrocería. Por eso mismo es aconsejable no utilizar trapos ni esponjas duras.
- Limpiar los bajos. En la medida de lo posible, es ideal darle un buen repaso a los bajos del coche, grandes olvidados de la limpieza. En caso de no disponer de unas borriquetas para el automóvil (algo por cierto muy económico) la solución es llevarlo a un taller de lavado. Tomando, eso sí, algunas precauciones.
- Evitar rodillos con cerdas de plástico. En el túnel de lavado, hay que elegir el programa más largo de lavado y evitar rodillos con cerdas de plástico. Para rizar el rizo, se pueden utilizar tratamientos de agua osmotizada, que elimina el cloro, la cal y otras sustancias que pueden dejar manchas en el coche.
- Limpieza interior. No hay grandes secretos: aspiradora, precisión y paciencia.
¿Cómo conducir con calima?
Si se produce una tormenta de arena, se deben minimizar los riesgos antes de que el vehículo se ponga en marcha. Hay que asegurarse de mantener las ventanillas cerradas, porque el polvo puede dañar los ojos y vías respiratorias. Además, en el caso de necesitar conectar el aire acondicionado, siempre debe usarse con la opción de recirculación seleccionada.
- Visibilidad. En episodios de escasa visibilidad, ya sea niebla o calima, lo primero es conectar las luces antiniebla. Nunca las luces largas, que no consiguen otro efecto que el de deslumbrar más. Lo fundamental es ser vistos por el resto de los vehículos de la vía.
- Velocidad. Hay que adecuar la velocidad a los fenómenos atmosféricos de la carretera. En este caso, hay que reducir la velocidad, ya que la falta de visibilidad afecta al tiempo de reacción. Además, evitar en todo lo posible maniobras arriesgadas, como adelantamientos en carreteras secundarias.
- Distancia de seguridad. Lo principal es aumentar la distancia de seguridad con el vehículo precedente para evitar un frenazo en cadena con las consecuencias que conlleva.
- Adherencia. El polvo depositado en el asfalto reduce la adherencia, y si a eso se suma la lluvia, la vía se convierte en una pista de barro. La falta de adherencia dificulta el manejo normal del vehículo y afecta en la frenada: se necesitan más metros para detener el coche.
- Señalización horizontal. La manera óptima de seguir el trazado de la carretera en episodios de mínima visibilidad es guiarse por las líneas pintadas sobre el asfalto.
- Paradas. En el caso de necesitar detener el vehículo, es recomendable hacerlo en las zonas habilitadas (vías de servicio, poblaciones) y no en el arcén de la carretera. Si no queda más remedio, conviene señalizar la presencia con las luces V-16 y no bajarse del vehículo hasta la llegada de la ayuda.
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