El Fiat 124 Spider es, básicamente, un Mazda MX-5 a la italiana o, mejor dicho, un MX-5 fabricado por el Grupo Fiat-Chrysler Automobiles para darle un aspecto más contundente acorde con el gusto norteamericano. Hay diferencias mecánicas y técnicas, pero la base es la misma, por lo que es normal que novedades que estrena el japonés acaben teniendo su reflejo en el italiano.
El Miata cuenta en su gama desde hace ya un tiempo con la variante RF, cuya peculiaridad es un techo duro retráctil que otorga al deportivo un carácter tipo targa. Ahora el 124 tiene su réplica, más o menos, con el Abarth 124 GT, que parte de la variante más deportiva del modelo y también cuenta con techo rígido.
Este, no obstante, no es retráctil sino fijo y desmontable, por lo que da la opción de conducir el coche como un cupé o como un descapotable (hay que encontrar un sitio en el que dejar el techo, eso sí). Entre sus beneficios está el ser de fibra de carbono, por lo que además de resistente es bastante ligero: pesa solo 16 kilos.
No es la única diferencia de esta serie especial (de la que todavía se desconoce cuántas unidades se producirán): también estrena el color ‘Alpi Oriental Grey’ de carrocería, monta de serie el escape deportivo Record Monza y calza unas llantas OZ de 17 pulgadas que reducen el peso total en tres kilos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.