Hace unas cuantas semanas, Opel mostró la primera imagen del Astra OPC Extreme, que heredaba el nombre de un prototipo anterior de la marca pero que, a diferencia de este, tenía visos de llegar a ser un modelo de producción. La espera acabado, ya conocemos todos los detalles del modelo, y se trata del Astra más potente de la historia.
Tras los colores habituales de Opel Motorsport y los diversos vinilos, se esconde una carrocería que hace uso intensivo de la fibra de carbono: difusor, splitter delantero, alerón, techo, tapa del motor, capó e incluso las llantas de 19 pulgadas al completo están fabricados en este material. Como consecuencia, adelgaza 100 kilos respecto al OPC convencional.
A la bajada de peso hay que sumarle un sensible aumento de rendimiento, puesto que el bloque 2.0 turbo de cuatro cilindros con inyección directa de gasolina y distribución variable entrega 300 CV de potencia (lo que le convierte en el motor de cuatro cilindros más potente de la historia de la marca). Va asociado a una caja de cambios manual de seis relaciones que manda la fuerza al eje delantero mediante un diferencial autoblocante. Con tales credenciales, tiene que ser muy rápido, pero Opel no ha especificado sus prestaciones.
En la parte ciclo, muelles y amortiguadores son totalmente configurables, tras las llantas de carbono se encuentra un sistema de frenos Brembo con discos delanteros de 370 mm de diámetro mordidos por pinzas de seis pistones y calza neumáticos de alto rendimiento de medidas 245/35.
En el interior se ha eliminado todo lo superfluo y, como coche de carreras cliente que es, se ha convertido en un biplaza con asientos Recaro de competición con arneses Schroth de seis puntos de anclaje y se ha instalado una jaula de seguridad.
El fabricante lo mostrará en el Salón del Automóvil de Ginebra y, en función de la acogida del público, producirá una serie limitada del modelo.
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