Se acerca el final del año y, tras la Navidad, muchos tienen puesta su mira en la noche de Reyes. Se trata del evento por antonomasia en lo que a regalos se refiere, y actualmente hay productos realmente llamativos para regalar que están relacionados con el mundo del motor, tanto para los pequeños como para los mayores.
Mario Kart real
Optar por videojuegos de coches es un clásico, pero resulta llamativo como JAKKS Pacific ha conseguido hacer realidad uno de los más míticos: un coche de Mario Kart real. Solo para los infantes de la casa, se trata de una conseguida réplica del bólido del conocido personaje, con una mecánica eléctrica que le permite alcanzar hasta 13 km/h.
Sin salir del mundillo de los karts, hay alternativas más profesionales y de las que sí pueden disfrutar los adultos, como es el caso del Ninebot GoKart Pro Lamborghini Edition.
Vio la luz hace un par de años y al cambio tiene un precio de 1.250 euros. Emplea una batería de 432 Wh que le da autonomía como para hacer unos 24 kilómetros en circuito, a velocidades de hasta 38 km/h.
Una ‘dirt bike’ a escala
Para los amantes de las réplicas, hay muchas posibilidades, de todo tipo de escalas y calidades. Sin embargo, destaca una en concreto por una peculiaridad bastante especial.
Se trata de Adventure Force, una dirt bike del espectáculo Nitro Circus a escala 1:6, es decir, un juguete. Pero tiene un depósito que se llena con agua y, al acelerar, el sistema hace que eche humo por el escape.
Otro sector muy popular tradicionalmente ha sido el de los coches de radiocontrol, una opción si se quiere alejar a los niños de las pantallas para que salgan a la calle a jugar, como se hacía antiguamente.
De nuevo se trata de un mercado realmente amplio, con modelos que van desde juguetes realmente baratos (por 20 o 30 euros es posible encontrar mucha variedad) hasta coches de r/c profesionales con los que se llega a competir.
Además, también hay toda una variedad de temáticas, desde modelo de fantasía a otros que buscan replicar coches reales, pasando por los que pueden incluso subir por las paredes.
También es imposible pasar por alto los Hot Wheels. Estos coches de metal, de escala 1:64, llevan décadas fabricándose y, además de para los niños, también son objeto de deseo de los coleccionistas. Prácticamente cualquier coche que se haya fabricado en la historia tiene una réplica dentro de la juguetera, a lo que se suman todos los modelos de fantasía que crea de cosecha propia.
Además, son muy conocidos los garajes y las pistas para correr con ellos, con obstáculos, saltos. Otras marcas de renombre en este campo son Matchbox o Majorette, entre otras.
Por último, los coches de ‘slot’, posiblemente la primera manera de experimentar lo que es el mundo de la competición para los más pequeños. Scalextric es la referencia, pero Carrera o Ninco también tienen sus propios coches y pistas. Además, para aquellos que no dispongan de todo el sitio que se necesita para montar un circuito, las marcas tienen versiones a una escala menor (Compact y Go) que ocupan menos espacio.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.