La llegada de los coches autónomos es desigual en función de qué región del mundo se trate. La normativa es muy diferente en según qué lugar, así que, para aquellos en los que todavía está prohibida, la compañía Vay ha dado con una solución de lo más peculiar: coches que son conducidos de manera remota.
La idea es obra de Thomas von der Ohe, CEO y cofundador de la empresa. Su punto de vista es el siguiente. Europa va bastante retrasada en materia legal respecto a los coches autónomos, estando prohibida su circulación en la mayoría de las regiones del Viejo Continente, mientras que en Estados Unidos o Shanghái llevan años llevando a cabo pruebas y con flotas operando.
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Dado que parece que todavía queda tiempo hasta que se establezca un marco legal en el que los robotaxis autónomos puedan operar con libertad, su enfoque es diferente: utilizar coches teledirigidos.
A priori puede no parecer tener mucho sentido: ¿para qué ir en un coche sin conductor físico pero que lo tiene remoto, en vez de en uno con chófer a la vieja usanza? Porque la idea es utilizar este sistema en empresas de alquiler de coches.
El funcionamiento es como sigue: un cliente solicita un coche de alquiler en un punto determinado, el conductor remoto se encarga de llevarlo hasta allí, donde después le cede el control al usuario y, una vez que éste termine su viaje, no tiene que devolverlo a ningún sitio, es otro empleado el que, de manera remota, lo devuelve a donde deba.
La principal ventaja que ofrece este sistema es la comodidad, puesto que no hay que preocuparse de recoger y entregar el coche en lugares predeterminados. Sin embargo, también hay una ventaja de coste, puesto que la compañía dice que el precio por minuto es aproximadamente la mitad de lo que cuesta en la actualidad un servicio de coche compartido.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.
