Los robos de coches siguen siendo un problema cotidiano que se agrava en algunos países del mundo. Tanto por parte de las autoridades como de los propietarios se intentan poner en marcha distintos mecanismos que ayuden a limitar las sustracciones de vehículos.
Los modelos de alta gama suelen ir equipados con un GPS y la posibilidad de alertar directamente a las autoridades en caso de robo. Igualmente, hay localizadores que los conductores pueden colocar en su coche para rastrearlo si lo roban.
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Desde hace un año, Chile puso en marcha una nueva medida para frenar los robos de coches. Aunque parece muy sencilla es, en realidad, tremendamente eficiente. En mayo de 2024 se publicó el reglamento que regulaba este sistema y, tras el plazo de máximo un año, se acerca el momento de ver su efectividad.
Grabado de patente
Los conductores y propietarios están obligados a lucir el número de la matrícula en los cristales del vehículo. Esto incluye espejos retrovisores y parabrisas. Lo que los medios chilenos llaman el grabado de patente se trata de una doble verificación de la autenticidad del vehículo.
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Cuando los ladrones roban un coche, lo más habitual es que se deshagan cuanto antes de las matrículas y le instalen unas nuevas. De esa forma, hasta que se pueda sacar del país o revender, será más difícil identificar el vehículo. Otro gesto habitual es borrar el número de bastidor.
Con el grabado de patente en los cristales del vehículo, el proceso de robo se complica. Los ladrones ya no solo tendrán que cambiar las matrículas, también deberán poner unas lunas nuevas.
Además, en caso de que una patrulla dé el alto al coche, podrá ver claramente si se trata de un vehículo robado, ya que, si los números de matrícula y los de los cristales no coinciden, tendrán una prueba para retener el automóvil.
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