A medida que avanza enero, siguen saliendo a la luz los datos de ventas de coches de 2022, uno de los peores años de la historia reciente. Muchos países han registrado cifras que no se veían desde hace décadas.
En España, el mercado cerró el ejercicio con 813.396 unidades matriculadas, lo que supuso un 5,4% menos que en 2021. En términos globales, fueron los peores números de los últimos nueve años. Esto confirma una tendencia a la baja, pero que, dentro de lo que cabe, es salvable en comparación con otros países del mundo.
Y no hace falta mirar muy lejos, pues uno de los ejemplos más desastrosos ha sido el de Francia. El país vecino comercializó 1.529.000 coches nuevos en 2022, lo que supuso una caída de ventas del 8%.
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Esto hace que el mercado galo se sitúe en la cifra más baja de los últimos 50 años. Hay que remontarse a 1974, cuando se vivieron las consecuencias de la crisis del petróleo, para encontrar guarismos peores: en dicho año, se matricularon 1.524.000 coches.
El mismo camino han seguido los datos en Japón, que ha registrado sus ventas de coches más bajas en los últimos 45 años. Se llevaron a cabo 4.201.321 matriculaciones, es decir, un 5,6% menos que en 2021.
La última vez que el mercado nipón estuvo en una situación similar, aunque fue ligeramente mejor, fue en 2011, cuando las ventas se quedaron en 4.210.219 unidades. En aquel momento, se debió a circunstancias provocadas por el gran terremoto que sacudió el este del país.
Coches vendidos en Estados Unidos
Otro ejemplo del mal año que fue 2022, aunque en una línea más similar a la del mercado español, es el de Estados Unidos. Se estima que las ventas fueron de entre 13,7 y 13,9 millones de coches, lo que supone un descenso de las matriculaciones de entre el 8% y el 9%. Se trata de las cifras más bajas para el país desde 2011, cuando la economía todavía estaba recuperándose de la crisis de 2008.
Las causas hay que buscarlas en las consecuencias de la covid, ya que la industria todavía arrastra problemas de escasez de materiales, principalmente de chips y semiconductores, lo que está provocando retrasos en las entregas.
Además, la inflación está aumentando los precios de los vehículos y la situación económica limita las posibilidades adquisitivas de gran parte de la población.
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