El Abarth 595 es, con toda seguridad, el coche pequeño más radical del mercado. En un segmento en el que las versiones deportivas brillan por su ausencia o se quedan a medias, la marca del escorpión del Grupo Fiat apuesta por un deportivo genuino que ahora, de cara a 2019, recibe una serie de pequeñas mejoras.
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La gama del italiano se organiza en cinco variantes, que en escala van del más convencional al más agresivo. Todos comparten una serie de elementos, como el motor 1.4 T-Jet, pero añaden componentes extra de altas prestaciones conforme se asciende en la familia.
En el Abarth básico, el propulsor rinde 145 CV. Por encima se encuentra el Abarth 595 Pista, cuyo motor ya alcanza los 160 CV y añade a la dotación de serie la suspensión trasera Koni y el sistema de escape activo Record Monza. En la zona intermedia de la gama se sitúa el Abarth 595 Turismo, que sube hasta los 165 CV pero cuya seña de identidad es un estilo más enfocado hacia el confort y la elegancia, con elementos como la tapicería de cuero o colores exclusivos.
El top de gama de los 595 es el Competizione, que entrega 180 CV de potencia, frenos Brembo de mayor tamaño, suspensión Koni en ambos ejes y que de manera opcional puede contar con un diferencial mecánico de deslizamiento limitado. Es el más rápido con una aceleración de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos. Como novedad, incorpora el color Adrenalina Green a los tonos disponibles para la carrocería (el Pista también lo puede lucir).
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