El Renault 4 causa furor en Japón: así transforman sus coches los conductores

Muchos conductores han quedado cautivados por el R4 como un artículo único: existe un club de entusiastas del 4L que se fundó en 1991.

Suzuki

Kit de transformación del Suzuki Alto Lapin en un Renault 4. © TATRA87

El Renault 4 fue la respuesta de la firma francesa al exitoso Citroën 2 CV. La marca del rombo necesitaba fabricar un coche barato que se destinara a un amplio abanico de personas. Para ello, no dudó en cambiar completamente la filosofía de la compañía, que por aquel entonces trataba de producir modelos que tuvieran el motor en la zona trasera y la tracción en las ruedas posteriores. La mítica configuración todo atrás.

Con el Renault 4 nació el primer modelo que disponía de un motor de cuatro cilindros montado en la parte delantera y, a su vez, con tracción también en las ruedas delanteras. El Salón de Fráncfort de 1961 fue el lugar escogido por la marca del rombo para presentar al mundo su nueva creación. Tras más de ocho millones de unidades vendidas por todo el mundo, en 1993 cesó su producción.

En Japón este coche es venerado. Muchos conductores han quedado cautivados por el R4 como un artículo único y práctico para la vida diaria. De hecho, existe un club de entusiastas del 4L en tierras niponas que se fundó en 1991, al que cada año se suman adeptos y en el que, entre otras actividades, llevan a cabo reuniones mensuales —celebradas el segundo sábado de cada mes— en las regiones de Kanto, Chubu y Kansai.

Un ‘kei car’ convertido en R4

Para entender la cultura automovilística de Japón hay que mencionar a sus ‘kei cars’ o coches ligeros (por su traducción al castellano) que hacen furor entre los usuarios. Los kei cars son un segmento en sí mismo y tienen que cumplir a rajatabla ciertas especificaciones para poder ser englobados en él. Para empezar, se caracterizan por su pequeño tamaño y formas más bien cuadradas y existen tanto con carrocería de turismo como de todoterreno o incluso furgoneta.

Sus medidas no deben sobrepasar los 3,4 metros de longitud, 1,48 metros de ancho y 2,0 metros de alto. Por su parte, el motor que no puede superar los 660cc ni desarrollar más de 64 CV de potencia. Gracias a estas cifras, disponen de deducciones en los impuestos y en la póliza del seguro. Este pequeño tamaño les permite circular con comodidad en las saturadas urbes niponas y poder aparcar en la calle con comodidad.

El Suzuki Alto Lapin es uno de los ‘kei cars’ más vendidos en Japón.

Un ‘Cuatro latas’ de estilo japonés

Para aquellos entusiastas japoneses que no pueden acceder a comprarse un clásico Renault 4, una de las empresas líderes en modificación de coches en el país del sol naciente, Dream AutoMotive Development & Design (DAMD), dispone desde hace 21 años de un kit de carrocería para transformar un pequeño Suzuki Alto Lapin en un 4L con una apariencia muy lograda.  

Dependiendo de su nivel de acabado, el precio del kit oscila entre los 382.800 yenes y los 418.000 yenes (impuestos incluidos). Su precio al cambio es de 2.370 a 2.580 euros. Incluye parrilla, capó delantero con equipo de luces, guardabarros delanteros con señalización lateral, protecciones laterales tipo 4L GTL, paragolpes delantero y trasero, portón trasero con luces y embellecedores de puertas. 

También se incluyen con estas piezas la cinta adhesiva de doble cara, tornillos autorroscantes, tuercas con pernos e imprimación para piezas de carrocería que no estén pintadas. Aunque la empresa DAMD aconseja recurrir a un pintor profesional para la realización de este trabajo, por lo que habría que añadir ese plus al precio final.

El Renault 4 sigue causando furor en japón.

Club Renault 4

Tal ha sido la cantidad de usuarios que en estos años han convertido un Suzuki Alto Lapin en un R4 y la terminación tan espectacular que ofrece el kit distribuido por DAMD, que los responsables del Club Renault 4 han permitido que formen parte del club para efectuar las actividades y acudir a las concentraciones. 

Para los entusiastas que haya en Europa y que quieran comprar este kit lo van a tener harto complicado, pues el modelo base, el Suzuki Alto Lapin, nunca llegó al Viejo Continente. Acceder a alguna unidad e importarla desde Japón haría que se disparara el precio final. Para ello es mejor comprar un Renault 4 original de los que todavía quedan en el mercado.

Faros traseros del kit de transformación del Suzuki Alto Lapin en un Renault 4. © TATRA87

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Rubén Pérez

Entusiasta del motor en toda su magnitud, preferiblemente los V12. Le dijeron que cuatro ruedas eran mejor que dos, por eso se compró otra moto. Claro que también le apasiona cuando van las cuatro juntas. Ha trabajado como creativo publicitario para muchas marcas de coches y motos e hizo la mili en esto de juntar letras en la editorial Luike.

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