La marca de coches que suprime la palanca de cambios: todo se hace en la pantalla

En el reciente salón IAA Mobility de Munich, el stand de Tesla no era entre todos los presentes el que presentaba las mayores novedades. Pero pese a ello, resultó difícil abrirse paso hasta el Model 3 Highland por la expectación que causó. 

Aunque no es un coche completamente nuevo, se trata de una notable evolución de la exitosa berlina media eléctrica que ya está disponible en el mercado europeo y que, entre otras importantes mejoras, alarga su autonomía máxima hasta los 679 kilómetros. 

Sin embargo, lo más llamativo de esta actualización del coche más vendido en el mundo se encontraba en su interior. Y es que ahora, al sentarse al volante del Model 3, el conductor ya no encuentra detrás del volante la palanca para seleccionar el modo de funcionamiento de la transmisión.  

Botón de emergencia

Desde ahora, y al igual que ya pasaba con los Model S y Model X, esta acción se realiza desde la nueva pantalla táctil central cuyo tamaño crece hasta las 15,4 pulgadas. Esta drástica solución integra la función del cambio en los gráficos de control mostrados en el sistema de infoentretenimiento y que también centraliza el resto de los datos de la instrumentación del vehículo. 

Así, el conductor selecciona de forma digital en la pantalla si quiere avanzar, retroceder o quedarse estacionado. En realidad, actúa a través de la pantalla sobre el sistema Smart Shift, el mismo que el Tesla Model 3 utiliza de forma automática cuando se conecta la función de conducción autónoma.  

¿Un botón en el techo?

Sin embargo, por desconfianza o para tranquilizar a sus clientes, el fabricante estadounidense ha decidido instalar además un pequeño mando físico auxiliar. Si la pantalla central fallara, el conductor puede iniciar la marcha o maniobrar marcha atrás gracias a un nuevo botón situado en el techo, junto al de llamada de emergencia obligatorio (e-Call). 

La eliminación de mandos físicos en el nuevo Tesla no se ha limitado al selector de marchas. A la izquierda del arco del volante también ha desaparecido la palanca de intermitencias, una función que ahora se realiza por unos sensores hápticos que se activan con gestos de la mano.

La rectificación de Volkswagen 

Por lo demás, el Tesla Model 3 incorpora en esta evolución Highland otras mejoras, como una línea de carrocería más depurada, nueva firma luminosa de los faros, interior mejor insonorizado y ahora con iluminación ambiental, más huecos de almacenamiento y una segunda pantalla de entretenimiento para los asientos traseros. 

La decisión de Tesla de eliminar por completo los mandos físicos en sus coches no es una excepción. Cada vez son más los fabricantes que siguen esta tendencia, apoyándose en las nuevas tecnologías que han llegado desde otros sectores como las comunicaciones con la electrificación de sus modelos.  

Aunque no siempre esta apuesta es bien entendida por los conductores, que muchas veces reclaman mandos tradicionales para controlar las funciones básicas del coche. Es lo que ha ocurrido con el fabricante Volkswagen, que después de haber dado el paso hacia una tecnología de mandos táctiles en sus coches, ha tenido que dar marcha atrás y volver a instalar algunos botones físicos en sus modelos más recientes.