Por fin, parecía que no iba a llegar nunca (llevamos esperándolo desde 2012) pero al final Tesla se ha decidido a presentar con todo lujo de detalles su esperado Model X. No resulta extraño que, tras abrir camino con el Model S y consolidarse como exponente de los coches eléctricos, su segundo modelo sea un SUV.
Pero no un SUV cualquiera, es el primero del mundo en producirse en serie y ser completamente eléctrico. Estéticamente apenas ha variado en sus tres años de gestación, luciendo un frontal reconocible, añadiendo plásticos en los pasos de rueda para reforzar su estética de todocamino y teniendo en sus puertas a lo ‘alas de gaviota’ su rasgo más distintivo. A pesar de la aparente aparatosidad, el fabricante afirma que pueden abrirse de manera cómoda incluso en espacios estrechos.
Una vez dentro, la configuración del modelo es un 2+3+2, permitiendo transportar hasta siete personas. Se trata, pues, de un habitáculo amplio que, además, lo parece más gracias al enorme parabrisas delantero, el más grande montado por un coche de producción y que se extiende sobre las cabezas de conductor y copiloto. Eso sí, nos gustaría ver bien la disposición del salpicadero porque, aunque se intuye en alguna de las imágenes interiores, queremos confirmar que contará con la enorme consola central táctil de su hermano.
Dejando esto a un lado, si el Tesla Model X va a destacar es por su sistema de propulsión. Como ya hemos mencionado se trata de un vehículo 100% eléctrico que cuenta con un motor de 259 CV en el eje delantero y otro de 503 CV en el trasero, ofreciendo una potencia conjunta de 524 CV en la variante 90D y de 762 CV en la P90D. El primero acelera de 0 a 100 en 3,8 segundos, y el segundo, que tiene un modo “Ludicrous”, en 3,2. Las baterías están situadas bajo el suelo y ofrecen una autonomía máxima por carga de 413 y 400 km respectivamente.
En el apartado de miscelánea podríamos incluir datos como la suspensión neumática que eleva el modelo hasta a 230 mm, una especie de baca trasera que permite transportar dos tablas de snowboard o seis pares de esquíes, y un curioso modo para el sistema de aire acondicionado, con un símbolo de peligro biológico como logo y que filtra el aire impidiendo que bacterias y virus (¿?) entren al habitáculo.
Con todo esto en conocimiento, ahora solo falta saber cuál será su precio de venta.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.