Presentado en forma de prototipo hace menos de un mes bajo el nombre de Toyota IMV 0 Concept, la marca japonesa ya ha desvelado el modelo de producción con el que quiere revolucionar el mercado de los pick-ups: el Toyota Hilux Champ.
Toma parte de su denominación de la veterana camioneta, pero tiene el objetivo de democratizar la versatilidad de este tipo de vehículos gracias a un peso mucho más bajo que el de cualquier rival equiparable: apenas 12.000 euros. Ahora bien, tan ajustada tarifa obedece a que, al menos en un primer momento, su objetivo son los mercados emergentes como Tailandia.
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Es un vehículo pensado con la practicidad por bandera, algo que se aplica desde su diseño, que ha sido concebido de manera que sea lo más sencillo y barato posible fabricarlo, a la enorme cantidad de posibilidades de transformación que presenta, para adaptarlo a necesidades de todo tipo.
Es una faceta que la firma se ha encargado de mostrar en el vídeo promocional del modelo, en el que se pueden ver múltiples adaptaciones que le llevan a ser desde un furgón de reparto a un food-truck, pasando por opciones de ocio como ser un vehículo camperizado:
La clave para ello es ofrecer un formato de cabina y chasis que deja la zona de carga completamente despejada para instalar lo que necesite cada cliente. Además, también para potenciar más su versatilidad, está disponible en una versión corta de 4.970 mm de largo y otra larga que alcanza una longitud de 5.300 mm.
Es un modelo sencillo, sin excesivas pretensiones, lo que queda patente en su habitáculo. En la imagen que ha compartido Toyota se aprecia un cuadro de instrumentos analógico y directamente prescinde de pantalla para el sistema multimedia, aunque es esperable que en acabados superiores se ofrezca alguna opción.
Dado que su presentación ha sido inicialmente para el mercado tailandés, la gama de motores con la que se ofrecerá en el país asiático está formada por bloques de combustión.
El propulsor de acceso es un gasolina 2.0 de 139 CV y 183 Nm, asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades. Por encima está otro gasolina de 2,7 litros que entrega 166 CV y 245 Nm, con una transmisión automática de seis velocidades; y la oferta la completa un turbodiésel de 2,4 litros, con la misma caja de cambios, y que desarrolla 150 CV y 343 Nm. Todos ellos emplean un sistema de tracción trasera.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.