Poco a poco toda la gama Volkswagen va recibiendo sus versiones deportivas R o, en su defecto, el pack R-Line para tener una imagen algo más dinámica. El último en estrenarlo es el Touran.
No hay mejoras mecánicas, así que para que no solo sea aparentar habrá que elegir por separado uno de los motores más potentes que hay disponibles.
El fabricante alemán no arriesga y ofrece las soluciones que ya hemos visto en sus otros modelos: paragolpes específicos, entradas de aire acabadas en negro lacado, parrilla con el logo R, carcasas de los retrovisores bitono, barras del techo en aluminio, un difusor trasero con marco cromado y llantas de 17 o 18 pulgadas.
El habitáculo también recibe una puesta a punto, con el color ‘Black Lead Grey’ como protagonista, asientos ‘Race’, costuras de contraste ‘Crystal Grey’, placas de aluminio en los umbrales de las puertas y pedales de acero inoxidable.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.