Fumar en el coche es un hábito que, además de ser perjudicial para la salud, puede tener consecuencias económicas al momento de vender el vehículo. Un estudio realizado en el Reino Unido por la empresa de valoración de automóviles Cap HPI reveló que los coches de fumadores pueden perder hasta 2.000 libras (unos 2.300 euros) de su valor de mercado en comparación con los coches de no fumadores.
La principal razón de esta depreciación es el olor a tabaco, que puede ser muy difícil de eliminar por completo. Los compradores, especialmente los no fumadores, suelen rechazar los coches que huelen a tabaco, lo que reduce el número de potenciales compradores y, por lo tanto, el precio de venta. Además, el tabaco puede dañar el interior del coche, dejando manchas en la tapicería, quemaduras en los asientos y un olor persistente que puede requerir costosas limpiezas profesionales para eliminarlo.
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Ofertas a la baja
Según el estudio de Cap HPI, los concesionarios de coches suelen rebajar su oferta cuando detectan que se ha fumado en un coche, o incluso se niegan a comprarlo por completo. Esto se debe a que los concesionarios saben que les resultará más difícil vender un coche de fumador y que tendrán que invertir tiempo y dinero en limpiarlo y eliminar el olor a tabaco. Un vehículo en el que se haya fumado reduce considerablemente el abanico de compradores.
Los no fumadores, en particular, muestran una fuerte aversión a adquirir un coche con un olor persistente a cigarrillo, lo que dificulta su comercialización. Otro estudio del Reino Unido reveló que el 87% de los conductores encuestados se negaría rotundamente a comprar un coche en el que se haya fumado. Esta cifra evidencia el impacto negativo del tabaco en el mercado de vehículos de segunda mano.

¿Es factible eliminar el olor?
Cuando un fumador está pensando en vender su coche, es importante que tome medidas para minimizar el impacto del tabaco en el valor de venta. En primer lugar, debe dejar de fumar dentro del coche y ventilarlo con frecuencia para reducir la acumulación de humo y olores.
También puede utilizar productos de limpieza especializados para eliminar manchas y olores, aunque esos productos no siempre son suficientes para eliminar el olor a tabaco por completo. Incluso los especialistas que se dedican a la limpieza profesional de vehículos admiten que quitar por completo el olor a cigarrillo de la tapicería de un coche es una labor hercúlea. En muchas ocasiones es mejor cambiar los asientos y el techo por un nuevo.

Menor valor
Fumar en el coche puede tener un impacto significativo en su valor de reventa. Para los usuarios adictos a fumar mientras van conduciendo, es importante tomar medidas para minimizar el impacto sobre el habitáculo. Además, tienen que ser conscientes de que su coche puede valer menos que el de un no fumador.
Si se está planteando adquirir un coche de segunda mano, hay que revisar cuidadosamente el interior del vehículo y comprobar si hay olor a tabaco. Si aflora el olor a cigarrillo, no dude en negociar el precio a la baja o en buscar otro coche que no haya sido de un fumador.
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