Kia dejo muchas bocas abiertas en el pasado Salón del Automóvil de Detroit. ¿La razón? El GT4 Concept, un prototipo de cupé deportivo de configuración 2+2 y tracción trasera que, si los rumores son ciertos, llegará a fabricarse en serie en un par de años.
Un sueño cumplido para muchos de los que se quedaron prendados del concept coreano la semana pasada, algo que se entiende por lo fresco del modelo: grupos ópticos verticales a los lados de la parrilla, entradas de aire en el capó, un aspecto musculoso, grandes pasos de rueda, une gran superficie acristalada en la parte trasera del techo y, en general, una imagen que recuerda a un muscle car con una batalla corta.
El objetivo de los ingenieros coreanos era crear un deportivo ligero y divertido de conducir. Para lo primero han conseguido dejar el peso del conjunto en 1.304 kg repartidos en proporción 52/48 y confinados en 4.310 mm de longitud, 1.890 mm de anchura y 1.250 mm de altura.
Para lo segundo han recurrido a un motor 2.0 T-GDI de cuatro cilindros que entrega 315 CV de potencia a las ruedas traseras mediante una transmisión manual de seis velocidades con marchas cortas. Las llantas de 20 pulgadas cuentan con inserciones de carbono y esconden pinzas de freno Brembo de cuatro pistones que muerden discos Gran Turismo de 15 pulgadas. Además, van envueltas en neumáticos Pirelli P-Zero de 235/35R-20 en el eje delantero y 275/35R-20 en el trasero.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.