El rodillo SUV sigue imparable su camino: nuevos modelos en todos los segmentos e incluso versiones adaptadas de coches que no tienen nada que ver. Se ha visto con berlinas y los pequeños utilitarios tampoco se libran, el último en subirse al carro es el Kia Picanto X-Line.
El compacto, que no hace mucho ha entrado en una nueva generación, se beneficia, al menos en el plano estético, de elementos que le acercan a la moda de los todocaminos. Los bajos cuentan con protecciones de plástico, placas de metal incluidas en morro y zaga, que en los pasos de rueda hacen que el vehículo ensanche ligeramente. A esto hay que sumar una altura 15 milímetros mayor, lo que hace que el Picanto tenga más empaque.
También incorpora faros con luces LED diurnas, acabado verde lima para la parrilla también presente en los faros antiniebla delanteros y llantas específicas de 16 pulgadas. La dotación de serie se adereza con el acceso sin llave, los pedales de aluminio, el volante achatado, la pantalla táctil de siete pulgadas, la cámara trasera y el sistema de recarga por inducción. Además, las costuras también son verdes en los paneles de las puertas hay molduras a juego.
Solo se ofrece con un motor, el más potente de la gama, el bloque 1.0 T-GDI que entrega 100 CV y 172 Nm de par. Asociado a una caja de cambios manual de cinco velocidades, acelera de 0 a 100 km/h en 10,1 segundos.
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