El Land Rover Defender hace acto de presencia en Sin tiempo para morir, la nueva entrega de la saga de James Bond, y para aprovecharlo la marca británica ha lanzado una exclusiva serie especial. Del Land Rover Defender V8 Bond Edition se fabricarán 300 unidades, disponible desde 154.100 euros en la carrocería corta del modelo y desde 158.250 euros en la larga.
Las modificaciones de la versión siguen las especificaciones del Land Rover que aparecen en el largometraje. En el exterior, luce el Extended Black Pack (con elementos de la carrocería en color negro) y calza las llantas Luna Gloss Black de 22 pulgadas, con cinco radios y acabadas en negro. Tras estas destacan las pinzas, pintadas en un llamativo azul eléctrico.
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Tampoco falta una insignia distintiva en la parte trasera con el lema Defender 007, que también está grabado en los estribos iluminados. Estos dan acceso a un interior que muestra una placa grabada a láser con la inscripción One of 300 (‘uno de 300’). La animación de inicio del sistema multimedia también es específica, y además es posible configurar el habitáculo a medida gracias a la división de personalización de la marca, SV Bespoke.
No hay cambios en la mecánica del todoterreno, que mantiene su bloque 5.0 V8 de 525 CV y 625 Nm, asociado a una caja automática de ocho velocidades y a un sistema de tracción integral a las cuatro ruedas. Esta combinación hace que el Defender V8 90 (el de carrocería corta) sea capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 240 km/h.
El Defender no es el único Land Rover que aparece en la película, que se estrena el próximo 30 de septiembre, ya que también comparte metraje con un Range Rover Classic y con un Land Rover Serie III.
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