Jaume Roura Calls fue elegido el 17 de octubre de 2012 presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto). Su candidatura fue arropada por tres vicepresidentes (de Renault, Volkswagen-Audi-Skoda y Peugeot) y dos vocales (Ford y Nissan), con el fin de aglutinar a un amplio número de asociaciones.
Pregunta. Con su presidencia de Faconauto parece que se han querido calmar las aguas en el ámbito automovilístico. Ha llegado con aires de pacificador entre su federación y la asociación de los fabricantes, Anfac.
Respuesta. Todo en la vida tiene un antes y un después. En la presidencia de mi antecesor, Antonio Romero-Haupold, se hizo un extraordinario trabajo de defensa de la distribución en España que llevó a una votación favorable en el Parlamento, pero que tristemente no se concretó en el resultado que nos hubiera gustado. Y siempre he dicho que quizá no se supieron vender bien nuestras intenciones a los fabricantes. En esa etapa se abrieron muchas heridas por las malas interpretaciones. Ahora se trata de unir todas las fuerzas, porque no podemos estar divididos. Nos necesitamos mutuamente y estamos obligados a entendernos.
P. Pero, aunque haya más que les une, también parece que existen algunas diferencias insalvables…
R. El objetivo principal es el mismo: fabricar automóviles, venderlos y dar un servicio de movilidad a la sociedad, cada uno con sus responsabilidades de gestión. Ahora bien, a la hora de actuar puede hfacaber diferencias al defender cada uno sus posiciones como fabricantes y como distribuidores.
P. ¿Qué balance hace del arranque del año en este primer trimestre?
R. Estamos viviendo los peores años de la historia del sector en el comportamiento del mercado. Nos estamos remontando a los años ochenta. Es muy duro, cuando habíamos llegado a vender casi 1,7 millones de unidades. Aunque tampoco era muy realista. Creo que la cifra adecuada para este mercado es de 1,2 millones de turismos y todoterrenos.
P. ¿Y cómo va a terminar el ejercicio?
R. Con las expectativas puestas en la renovación del PIVE 2, se trata de repetir las cifras del año pasado. No alcanzarlas sería un fracaso. Después de dos meses a la baja esperábamos algo más de tirón ante la Semana Santa, y no ha ocurrido. Todo apunta a que el primer semestre será duro, y esperamos que en el segundo empiece a estabilizarse y poder repetir mercado al final del año. No es fácil, pero debemos todos, fabricantes, distribuidores y Gobierno, hacer lo posible, porque de lo contario se perderían más puestos de trabajo y ya no nos lo podemos permitir. Hay que ver cómo se reactiva el consumo y se renueva el parque, que es muy antiguo.
P. ¿Cuándo cree que se podrán alcanzar esos 1,2 millones de nuevo?
R. Es muy difícil saberlo. Hay que frenar el desempleo y aumentar el consumo, y eso va a costar. Es muy aventurado hacer pronósticos de recuperación, pero si es verdad que en 2014 se detiene la caída del empleo, con la antigüedad del parque y aumentando la confianza de la gente, como mínimo se necesitaran tres o cuatro años.
P. El pasado febrero se batieron de nuevo récords en el esfuerzo promocional de los concesionarios, con reducciones en el precio de cerca de 5.000 euros, de media, por vehículo. ¿Hasta cuándo, o hasta dónde?
R. Parará en el momento en que el consumo empiece a repuntar. En ese momento se frenarán las promociones y las acciones comerciales. Es una situación que no se puede mantener mucho tiempo. Cada año, los coches son más baratos, tanto por las ayudas del Gobierno como por las aportaciones de fabricantes y concesionarios. Y los ajustes siempre son en perjuicio de fabricantes y de concesionarios. Se frenará en la medida en que se recupere el empleo.
P. ¿No es una contradicción que demanden el aumento del empleo y del consumo y se muestren favorables a la Ley de Reforma Laboral?
R. Evidentemente, cuando el poder adquisitivo del trabajador se reduce, se reduce el consumo, pero en esta vida hay que adaptarse a las circunstancias, a la realidad. Desde la CEOE se ha impulsado esta reforma con la mejor intención, y ahora tendremos que ir ajustándonos todos el cinturón. En ese sentido, estamos impulsando el sistema de empleo que se aplica en Alemania, con la recuperación de la figura del aprendiz para que la juventud tenga facilidad para formarse trabajando con menos costes. Hay que ir adaptándose al siglo XXI y a la crisis.
P. ¿Sigue cambiando significativamente el peso del negocio entre las distintas actividades: vehículos nuevos, usados, posventa…?
R. Con la permanencia de la crisis nos estamos encontrando una caída de las ventas año tras año que supone tanto el envejecimiento del parque como el que haya menos coches en circulación. Y eso supone que la posventa se está resintiendo mucho. Los coches se llevan al taller lo imprescindible. Y los avances tecnológicos reducen cada vez más la necesidad de mantenimiento. La reparación en el periodo de garantía ha caído alrededor del 80%. Y no se puede tratar de salvar un parte del negocio en detrimento de otra.
P. España es uno de los países con menor índice de fidelidad a la marca por parte de los compradores.
R. Así es, y estamos haciendo unos esfuerzos enormes para fidelizar al cliente. Atención, servicios, ofertas, etcétera, convencerle de que lo mejor es acudir al servicio oficial. En la venta tratamos de darle un “todo incluido”, de manera que al adquirir el coche solo tenga que pagar la amortización de su valor y los consumibles, todo lo demás tiene que estar incluido desde el primer momento de la compra. Las visitas al taller no habrá que hacerlas con miedo a la factura.
P. En el Congreso de Faconauto con el que se estrenaba en la presidencia anunció la creación de una financiera propia para hacer frente a la falta de crédito. ¿Sigue adelante el proyecto?
R. Sigue adelante. Hemos avanzado y estamos cerrando acuerdos con grupos financieros para generar un sistema de servicios, vía Faconauto Credit, que será su denominación. En una segunda parte se trata de aprovechar la sensibilidad del Gobierno con las pymes. Y tendremos que ver si los bancos están dispuestos a prestarnos apoyo o tenemos que buscar vías de alternativas en el colectivo.
P. Se barajan distintas cifras respecto a las consecuencias de la crisis en la red de concesionarios, ¿40.000?, ¿50.000 empleos?
R. Yo diría que 40.000 eran a mediados de 2012. Y es evidente que se ha incrementado. Hablar hoy de 50.000 es realista.
P. Con una caída del 15% de empresas…
R. Sí. Éramos 3.200 concesionarios y somos 2.600, más los 311 de vehículos industriales.
P. Y sigue sin vislumbrase un proceso de concentración empresarial con la presencia de grandes grupos, como en otros países.
R. El Gobierno ha de dar un apoyo claro al empresario porque es el único que genera puestos de trabajo. Y es lo que necesitamos ahora.
Liberar las ITV
P. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña acaba de reconocer sus demandas de liberalización de las ITV.
R. Es importante que se haya reconocido nuestra gran reivindicación, que es la compatibilidad. A partir de aquí estaremos pendientes del fallo del Supremo y acataremos lo que diga la justicia. Pero seguiremos defendiendo nuestros derechos.
P. El Corte Inglés también ha anunciado que instalará ese servicio en dos centros, tras alcanzar un acuerdo con una de las operadoras autorizadas en la Comunidad de Madrid.
R. Es más de lo mismo Y una prueba más a nuestro favor. Las cosas se han hecho mal, y eso no es bueno para nadie.
P. Ni las comunidades autónomas ni los concesionarios actuales van a ceder sus derechos.
R. Es una guerra larga, porque los que tienen la sartén por el mango no quieren soltarlo. Es un gran negocio para ellos. Pero el Gobierno tendrá que decir algo al respecto. Nosotros estamos abiertos a llegar a acuerdos con todas las partes.
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