Ford es consciente de que la gran mayoría de las Transit y Transit Custom son adquiridas por profesionales de sectores como la construcción, la albañilería o la fontanería, entre otros. Con esto en mente, es normal que fabrique sus furgonetas para que sean lo más resistentes posibles, pero no solo el vehículo tiene que aguantar. Un dispositivo como la llave, que puede pasar desapercibido, también tiene que salir indemne de situaciones comprometidas.
Para conseguirlo, la marca ha sometido a la llave a diversas circunstancias extremas que van desde exponerla a temperaturas de entre -20º y 60º hasta sumergirla 30 minutos en el agua, pasando por meterla 50 veces en cemento.
Pero eso no es todo, también tiene que pasar por otras peculiares pruebas. La de resistencia al polvo consiste en estar cinco horas rodeado de este material, en la simulación de bolsillo se mete cuatro horas con otras llaves y monedas en continua vibración, y en la de resistencia química está 96 horas expuesta a líquidos como gasolina, diésel o sudor.
Y la llave aguanta gracias a que “las dos mitades de la carcasa están unidas por una soldadura por fricción”, por lo que queda sellada permanentemente. Y en su interior cuenta, además, con un sistema que permite recargar la batería cada vez que se activa la posición de encendido.
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