La función principal de un faro es iluminar la carretera, pero los fabricantes están trabajando en la tecnología para evolucionarla y que pueda aportar mucho más. Hemos asistido al nacimiento de grupos ópticos láser con mucho mayor alcance o de la luz diurna LED, pero todo se queda pequeño comparado con el sistema Digital Light que ha desarrollado Mercedes.
El sistema, que por el momento solo se implementará en los Maybach Clase S, consta de un millón de microrreflectores en cada uno de los faros (cada uno de ellos se puede controlar de manera individual), cámaras de alta resolución y una amplia red de sensores, lo que ofrece un sinfín de posibilidades. En abstracto puede no entenderse, pero poniendo ejemplos de sus aplicaciones queda mucho más claro.
Por una parte, los sensores y las cámaras permiten detectar e identificar todo tipo de objetos, vehículos y personas alrededor; en caso de aproximación de un vehículo en dirección opuesta, el faro apaga los microrrefrectores pertinentes para evitar cegar al otro conductor.
Eso es algo que ya hemos visto con anterioridad gracias a los faros adaptativos, pero no es más que el principio en el caso del sistema Digital Light. También es capaz de actuar como un Head-Up Display (HUD) todavía más avanzado que permite proyectar sobre el asfalto las indicaciones para facilitar la conducción: hablamos de flechas para indicar la salida que hay que tomar, avisos si se detecta un peatón en las inmediaciones, señales sobre asfalto resbaladizo, avisos de punto ciego o incluso indicaciones para frenar si detecta una retención repentina delante.
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