Tesla es una marca de coches eléctricos, seguramente el referente en el sector hoy por hoy que en 2023 consigo colocar un cero emisiones, el Tesla Model Y, como el coche más vendido en todo el mundo. Sin embargo, la compañía de Elon Musk también se anima de cuando en cuando a crear productos que nada tienen que ver con la automoción y el último de ellos es el Tesla Mezcal.
No es la primera vez que la compañía estadounidense produce una bebida alcohólica, pues en su día ya lanzó al mercado el Teslaquila, a 250 dólares y agotado en cuestión de horas; y más adelante presentó el Tesla Gigabier, en packs de tres cervezas a 89 dólares y que también se agotaron rápidamente.
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Ahora se pasa a la característica bebida mejicana, que es con diferencia la más cara de todas las presentadas hasta la fecha. Cada botella, que tiene forma de rayo y un volumen de 750 mililitros, cuesta 450 dólares.
Eso sí, por el momento solo está disponible en Estados Unidos. Además, Tesla ha establecido un límite de compra de dos botellas por cliente, presumiblemente para evitar la especulación con ellas cuando se agoten y, aunque ya se pueden comprar, las entregas no comenzarán hasta dentro de tres a seis semanas.
Esa bebida alcohólica es menos conocida que el tequila o la cerveza y está hecha mediante la destilación del corazón del maguey, una planta.
Pour one out!
Tesla Mezcal now available in the US → https://t.co/PPftbZMHL1 pic.twitter.com/zVhwM2M3Cu
— Tesla North America (@tesla_na) June 6, 2024
De su proceso de creación la firma dice que sigue un “proceso de destilación en alambique combinando intuitivamente los distintos sabores de los agaves nativos Espadín y Bicuishe”, lo que resulta en un sabor “delicado a la par que especiado, con una profunda toque cítrico y de manzana verde que da paso a suaves notas herbáceas con un delicado ahumado que perdura en la lengua”.
Sabor a parte, el Mezcal de Tesla es una bebida contundente, pues tiene un 43% de alcohol.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.