Con las reticencias habituales al hablar de marcas de automóviles chinas (dada la tendencia de los fabricantes del país a plagiar diseños europeos y americanos), Lynk & Co se ha postulado como el ejemplo a seguir, una marca de vocación global que apuesta por la calidad y la conectividad y que, tras dos todocaminos, da el salto a las berlinas con su tercer modelo, el Lynk & Co 3.
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Es fácilmente reconocible como un miembro de la familia, puesto que adapta el lenguaje de diseño característico de esta al nuevo formato. Es en el frontal donde hay más semejanzas, ya que el conjunto formado por grupos ópticos verticales y ancha parrilla se respeta escrupulosamente. Sin embargo, tiene un aire bastante más deportivo que sus hermanos gracias a elementos como el paragolpes diferenciador, los faldones laterales, el agresivo difusor trasero, las dos salidas de escape o las llantas de cinco radios dobles.
Del habitáculo todavía no se han mostrado imágenes, pero es de esperar que sea muy parecido al de los dos SUV de la marca, con un cuadro de instrumentos digital personalizable en distintas configuraciones, una consola central de gran tamaño y los controles analógicos reducidos al mínimo posible.
Lynk & Co es parte de Geely, gigante empresarial que también posee Volvo, motivo por el que el ‘3’ utiliza la plataforma CMA (Compact Modular Architecture) que la marca sueca ha desarrollado para sus modelos compactos. Esto sirve para delimitar el rango de motores que utilizará, que variará según el mercado al que vayan dirigidos. Así, en China empleará bloques tricilíndricos y tetracilíndricos, mientras que en Europa solo se comercializará con mecánicas electrificadas.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.