McLaren ha observado a la competencia y ha decidido sacar al mercado una versión más prestacional de su 650S que, aun siendo matriculable para conducir en carretera, está claramente enfocada a un uso en circuito.
Responde al nombre de 675LT(por ‘Long Tail’ o ‘cola larga’) y no negaremos que parece un clónico de sus hermanos. Aunque es lo normal, si tenemos en cuenta que el 650S normal es un cruce entre el P1 y el MP4-12C y que, en esta variante, solo recibe un nuevo kit aerodinámico. La parte interesante es que gran parte de éste (splitter delantero, difusor trasero) así como los paneles de la carrocería o algunas partes de la estructura, son de fibra de carbono. Esto, sumado a la presencia de un sistema de escape doble de titanio, supone un ahorro de peso de 100 kg, para dejar la báscula en solo 1.230 kg (42,5% en el eje delantero y 57,5% en el trasero).
Y ahí no acaban los cambios. No contentos con hacer del 675LT el modelo más ligero de los denominados ‘McLaren Super Series’, también será el más potente. ¿Cómo? Modificando el motor 3.8 V8 biturbo en un 50% de sus componentes (cilindros rediseñados, turbos más eficientes…) para elevar su potencia hasta los 675 CV y los 700 Nm de par. La mejoría se refleja en sus prestaciones, marcando 2,9 segundos en el 0-100 y 7,9 en el 0-200, con una velocidad punta de 330 km/h.
McLaren ya ha confirmado que solo se producirá con carrocería coupé y que estará disponible en cinco colores, el conocido McLaren Orange y cuatro exclusivos: Silica White, Delta Red, Napier Green y Chicane Grey.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.