Aunque en el Salón de Detroit se presenten novedades mundiales, también es de recibo que hagan aparición algunas específicas para el mercado norteamericano. El Nissan Vmotion 2.0 no es un modelo de producción en serie, pero el prototipo adelanta como será el devenir de los sedanes de la marca y, viendo la política de Nissan en el Viejo Continente, es casi seguro apostar a que no lo veremos por estos lares.
Y es una pena, porque el concept promete. Se trata de una berlina de cuatro puertas y grandes dimensiones (4.860 mm de largo, 1.890 mm de ancho y 1.380 mm de alto) que lleva un paso más allá el diseño visto en los últimos modelos del fabricante.
En el frontal destaca una versión todavía más exagerada de la parrilla en ‘V’ de la marca nipona, custodiada por unos faros en forma de estilizada ‘C’ y por dos entradas de aire que se unen a los pasos de rueda. Tanto en el capó como en los laterales se aprecia la equilibrada combinación de zonas más redondeadas con filos angulosos perfectamente definidos. El techo, por su parte, cae suavemente y se integra en la zaga para formar una suerte de alerón integrado en la puerta del maletero.
El habitáculo, al que se accede a través de unas puertas de apertura suicida, tiene cuatro plazas y combina el cuero blanco con numerosas superficies de madera. El volante achatado en su parte superior deja a la vista una enorme pantalla que combina el cuadro de instrumentos y la consola central.
No sería necesario utilizarlo, puesto que este Nissan Vmotion 2.0 cuenta con el sistema ProPILOT, por lo que puede circular en modo automatizado en autopista, atascos e incluso en ámbitos urbanos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.