Este mecánico muestra la avería del coche que puede costar 2.000 euros: se evita solo por nueve

Una avería provocada en el sistema de AdBlue y la prohibición de venta de diésel son los dos temas que más han despertado la curiosidad de los lectores.

Cristalización coche diésel

Captura de imagen YouTube: Talleres Ebenezer.

A continuación, las tres noticias que más han llamado la atención de los lectores de EL MOTOR. Desde averías hasta datos históricos relacionados con las cuatro ruedas. ¿El primero? La cristalización.

El AdBlue está formado por una mezcla de agua y un 33% de urea, lo que da origen a varios problemas. El principal es que se congela a 11 grados bajo cero, por lo que se puede cristalizar y originar un problema grave.

¿Qué es la cristalización?

La avería principal causada por este motivo es el bloqueo del SCR, o bien en su inyector, o bien en la bomba. Pero, además, esta cristalización puede provocar daños en el depósito o los conductos, o hacer que el sensor de nivel no funcione correctamente. Si se circula por zonas de bajas temperaturas, es conveniente prevenir esta situación, ya que los daños pueden ser muy costosos.

La forma más fácil para evitar cualquier problema, y no muy cara, es añadir un aditivo especial al circuito del AdBlue. Esto impedirá la obstrucción del sistema SCR al evitar la cristalización de este fluido.

Aditivo de AdBlue 250 ml: 9,92 euros.

Además, su coste, como se puede ver en los productos reseñados a continuación, no es muy elevado y sirve para prevenir costosas reparaciones. El siguiente aditivo AdBlue contiene 250 ml, es el más vendido y no llega a los diez euros.

El diésel, prohibido: ya no podrán venderlo aquí

Pese a la popularidad de estos motores, hay una ciudad europea que ha prohibido la comercialización de diésel en sus estaciones de servicio. Esta medida, que ha entrado en vigor este pasado 1 de octubre, ya ha comenzado a afectar a numerosos conductores.

Desde el martes, las gasolineras de París no pueden vender diésel. Tal y como relatan los medios de comunicación parisinos, los conductores se han encontrado estos días delante de surtidores cerrados, con los coches en reserva.

Esta medida ha sido adoptada por el Ayuntamiento de París tras una modificación de las concesiones para servir diésel que mantiene con las gasolineras. No obstante, la nueva prohibición no afecta a todas las estaciones de servicio.


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