Ha llegado el día que muchos fieles a BMW temían: tras una historia ligada a la propulsión trasera, la marca alemana saca al mercado su primer modelo de tracción delantera que, además, también significa el estreno del fabricante en el campo de los monovolúmenes.
Que el BMW Serie 2 Active Tourer se hiciera oficial era cuestión de tiempo, en los últimos dos años habíamos conocido al Active Tourer Concept y al Active Tourer Outdoor Concept, lo que dejaba clara la intención de la marca de entrar en el segmento de los MPV.
A nivel estético han conseguido llevar los rasgos de diseño típicos de sus modelos a un diseño y una estructura muy similar a la del Mercedes Clase B, con unas dimensiones de 4.342 mm de largo, 1.800 mm de ancho, 1.555 mm de alto y una longitud entre ejes de 2.670 mm.
Como es lógico, el interior es muy espacioso, puede albergar a cinco pasajeros sin problemas y tiene un maletero de 468 litros de capacidad, que se pueden ampliar hasta los 1.510 gracias al asiento trasero con regulación longitudinal y plegable en proporción 40:20:40. Los niveles de calidad son los habituales en BMW, con cuero, madera y aluminio, dependiendo del nivel acabado elegido, Sport Line o Luxury Line.
De manera complementaria a estos, aunque en el momento de su lanzamiento no estará disponible, más adelante llegará el ‘paquete M’, que dará al Serie 2 Active Tourer un toque deportivo gracias a las llantas de 17 pulgadas, una suspensión rebajada, volante de cuero y al kit aerodinámico.
La tracción delantera que tanto escuece a algunos se hereda de la plataforma del Mini F56, modelo con el que también comparte oferta mecánica. En un principio habrá tres versiones, dos gasolina (218i y 225i) y una diésel (218d).
Al 218i le dará vida un motor 1.5 Twin Turbo tricilíndrico que entrega 136 CV y 220 Nm de par máximo, homologando un consumo de 4,9 l/100 km. El 218d montará un 2.0 Twin Turbo tetracilíndrico de 150 CV y 330 Nm, que consume 4,1 l/100 km. Por último, el 225i tiene bajo el capó un 2.0 Twin Turbo tetracilíndrico de 231 CV y 350 Nm de par, con el que hace el 0-100 en 6,8 segundos.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.