O. J. Simpson, un Ford Bronco y la persecución de coches más vista de la historia

El famoso coche fue visto en directo por más de 100 millones de personas mientras el exfutbolista huía de la policía en Los Ángeles.

O. J. Simpson Ford Bronco
El coche más visto de la historia es el Ford Bronco de 1983 de O. J. Simpson. | Getty Images

La historia de la televisión tiene muchas fechas marcadas en rojo. Una de ellas es el 17 de junio de 1994: alrededor de las 18.45 , la policía de Los Ángeles (Estados Unidos) avistaba un Ford Bronco de color blanco sobre el que se había emitido una orden de arresto. 

En la parte trasera del todoterreno viajaba O. J. Simpson. Los informes policiales aseguraban que portaba un arma. Al volante del Bronco se encontraba Al Cowlings, excompañero de equipo y mejor amigo de Simpson. Las dos horas siguientes al descubrimiento del coche por parte de la policía son historia mundial de la televisión.

O. J. Simpson, la persecución

La persecución se vio en todas las televisiones del mundo y el Ford Bronco blanco apareció inmediatamente en las pantallas de infinidad de hogares. La autopista interestatal número 5, al sur de Los Ángeles, vivió las dos horas más disparatadas de las persecuciones policiales.

Infinidad de coches de policía los perseguían a baja velocidad, también se les unieron decenas de helicópteros, tanto de la policía como de las televisiones estadounidenses. A pesar de las súplicas de las autoridades, O. J. Simpson permanecía en el coche haciendo caso omiso y obligando a su amigo a continuar conduciendo.

El seguimiento de la policía al Ford Bronco de Cowlings y Simpson fue surrealista. Los fugados nunca superaron los 60 km/h de velocidad y esto dio pie a que miles de personas de Los Ángeles, que se habían enterado de la persecución por los medios, salieran a los márgenes y los puentes de la autopista a vitorear y exhibir pancartas en favor de O. J. Toda una celebridad en aquella época.

Estrella del fútbol americano

Tras dos horas de persecución que fueron vistas por más de 100 millones de personas, muchas más, por ejemplo, que algunas inauguraciones de los Juegos Olímpicos, el Ford Bronco, propiedad de O. J. Simpson, se detuvo en la entrada de la casa del exfutbolista, en el barrio de Brentwood Heights. Tras 45 minutos de negociaciones, se entregaba a las autoridades.

Simpson estaba acusado de dos cargos de asesinato, por la muerte de su exesposa Nicole Brown Simpson y por la de un amigo de esta, Ronald Goldman. Como se ha mencionado, en aquellos años, O. J. Simpson era toda una celebridad. Fue una de las grandes estrellas del fútbol americano en la década de 1970. De hecho, en 1973 fue nombrado el jugador más valioso de la National Football League (NFL).

Tras la retirada de los terrenos de juego, se embarcó en una exitosa carrera como actor con pequeñas apariciones como en la miniserie de televisión Raíces o en la premiada El coloso en llamas. Más tarde, llegó a compartir cartel con el gran comediante Leslie Nielsen en la trilogía ‘Agárralo como puedas’.

O. J. Simpson juicio
O. J. Simpson durante el juicio.

Ford Bronco blanco

El coche de la famosa persecución era uno con los que contaba O. J. Simpson en su garaje. El exjugador era un gran amante de los automóviles y su colección era la envidia de muchos compañeros de la NFL. Entre los más destacados se encontraban un Ferrari Testarossa, un Bentley Mulsanne, un Ferrari Mondial o un Chevy Caprice. Aunque el verdadero protagonista en toda esta historia es el Ford Bronco de color blanco del año 1983.

Este coche está equipado con un motor V8 de 5.0 litros que produce 185 CV. Estas especificaciones elevan el consumo de combustible por encima de los estándares de los actuales SUV. Su gasto es de unos 18 litros cada 100 kilómetros. El depósito tiene una capacidad de 122 litros, lo que le permite una autonomía de unos 700 kilómetros. La transmisión es automática de cuatro velocidades. Su precio en 1983 era de 20.250 dólares, unos 38.000 euros a día de hoy.

El modelo estuvo guardado durante 20 años en casa del agente de O. J. Simpson, Mike Gilbert. Sin embargo, el coche salió de su escondite para aparecer en el programa de telerrealidad La casa de empeños, en el cual su actual propietario deseaba venderlo por la abultada cantidad de 1.300.000 dólares (1.217.000 euros al cambio de hoy). 

No se llegó a un acuerdo y el coche más visto de la historia de la televisión, en una persecución por una autopista de Los Ángeles a 56 km/h, ahora reposa en el Museo del Crimen de Alcatraz East en Pigeon Forge, Tennessee, junto al Volkswagen escarabajo de Ted Bundy o el Essex Terraplane rojo de John Dillinger. Tras la muerte de O. J. Simpson hace unas horas, probablemente se convierta en un objeto de deseo en alguna subasta.

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