¿Por qué las matrículas de la Familia Real son granates y azules?

Los reyes de España y la princesa Leonor acudieron al desfile militar con motivo del Día de la Hispanidad a bordo de dos Rolls-Royce.

coches corona

Foto: Getty

Al Rey Felipe VI es habitual verle a bordo de un Lexus RX 450h, de la generación anterior a la que está, actualmente, en los concesionarios de la marca japonesa. Sin embargo, cuando se trata de actos oficiales cambia este SUV híbrido por un Rolls-Royce que luce una matrícula granate: ¿por qué este color?

La Familia Real tiene a su disposición una flota de coches oficiales con matrículas normales que, en realidad, son opacas. O lo que es lo mismo: por seguridad, no se pueden saber detalles sobre el vehículo que las porta. Estas placas se pueden intercambiar entre los diferentes vehículos.

Las matrículas de los Rolls-Royce reales

Sin embargo, la Familia Real eligió un par de Rolls-Royce para asistir al desfile militar que tuvo lugar en Madrid, el pasado 12 de octubre, con motivo del Día de la Hispanidad.

Estos coches pertenecen al Parque Móvil del Estado y, aunque sus matrículas son del Ejército de Tierra, sus placas son de color granate o azul. En ellas no hay números ni letras: aparece una corona en el centro.

El escudo de armas del Rey y la Princesa

Esta simbología es la que se emplea para identificar a los vehículos de la Corona Española en servicio de representación. La matrícula del Rolls-Royce del Rey Felipe VI es granate, pero la de la Princesa Leonor es azul. Lo mismo sucede con las banderas que lucen en las aletas delanteras.

Hay una razón que lo explica. Es el tono del escudo de armas de cada uno: cada monarca tiene el suyo propio, como ocurre con el Rey Felipe VI. Por lo tanto, cuando Leonor se convierta en Reina, poseerá uno diferente al de su padre. El color azul de la matrícula de su vehículo oficial rinde honor a Asturias, ya que posee el título de Princesa de Asturias.

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Elena Sanz Bartolomé

Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.

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