Seguramente todos conocen a alguien que tenga la costumbre de preguntarse una y otra vez: “¿He cerrado bien la puerta de casa?”, “¿he desenchufado la plancha?”, “¿la vitrocerámica está apagada?”. Incluso, hay quienes vuelven al lugar de la duda para asegurarse de que todo esté en orden. Y más de una vez.
Más información
“¿He cerrado bien el coche?”
Desde una perspectiva psicológica, comprobar repetidamente si el coche está cerrado puede ser un indicio de ansiedad o, en casos más severos, de trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
Los psicólogos señalan que las personas con un miedo acentuado a perder el control tienden a desarrollar conductas de verificación, como asegurarse de que el coche esté bien cerrado. Esta necesidad de repetición puede estar relacionada con una obsesión por evitar errores o situaciones imprevistas.
¿Qué conlleva tener TOC?
El TOC es un trastorno psicológico caracterizado por la presencia de obsesiones y compulsiones. Mientras que las obsesiones son pensamientos, imágenes o impulsos recurrentes e intrusivos que causan ansiedad, las compulsiones son comportamientos repetitivos que la persona siente la necesidad de realizar para reducir la ansiedad provocada por las obsesiones.
Existen diversos tratamientos para el TOC, como la terapia cognitiva-conductual, en la que la persona se expone gradualmente a las situaciones que le generan ansiedad y aprende a no realizar las conductas compulsivas. También medicamentos, meditación y en casos extremos, la neurocirugía.
Conducir y la ansiedad
Conducir con ansiedad puede tener varios efectos negativos tanto en la seguridad vial como en el bienestar del conductor. Puede haber consecuencias como la disminución de la atención, reacciones lentas, aumento del ritmo cardíaco y temblores.
También hay efectos en la toma de decisiones: pueden ser impulsivas, ya que el estrés crónico puede afectar la toma de decisiones del conductor, resultando en maniobras arriesgadas o imprudentes. Planificar la ruta con antelación y evitar las horas punta puede reducir el estrés asociado con el tráfico.
¿Puedo conducir si tengo TOC?
“Los pacientes que padecen un trastorno mental deben consultar a su médico la conveniencia o no de ponerse al volante. La enfermedad que se padezca (depresión, esquizofrenia, trastornos de la personalidad, trastorno obsesivo compulsivo…), el momento evolutivo en el que se encuentre (inicio de la enfermedad, fase estable…) la medicación necesaria para su control (tipo de fármaco, inicio o cambio en la medicación, efectos secundarios…) son algunos aspectos que van a condicionar la capacidad para conducir”, señalan desde la Dirección General de Tráfico (DGT). En definitiva, se requiere de una valoración individual del paciente, como en muchas otras enfermedades.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los medicamentos utilizados para tratar estas enfermedades actúan sobre el sistema nervioso central y llevan el pictograma que alerta de sus efectos sobre la conducción, En general la capacidad para conducir mejora en los enfermos tratados, pero es imprescindible tener en cuenta los aspectos mencionados.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram