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Porsche ha elevado la personalización de sus vehículos a un nuevo nivel con el programa ‘Paint to Sample’ (pintura según muestra), que permite elegir entre más de 190 colores, incluidos tonos históricos como el azul Marítimo, Ruby Star o verde Menta.
Pero la verdadera revolución llega con ‘Paint to Sample Plus’, una opción que permite crear colores completamente únicos, incluso a partir de objetos personales, como una prenda o un recuerdo.
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Un Porsche aparca varios días en pleno centro de la ciudad con una nota en el parabrisas: los peatones no dan crédito a lo que leen Cuestión estética, pero sobre todo técnica
Este proceso de individualización no es solo una cuestión estética, sino también técnica. Cada color debe superar una evaluación rigurosa para garantizar su compatibilidad con distintos materiales como aluminio, plástico o fibra de carbono.
La planta de Zuffenhausen (Alemania), especializada en estas pinturas, alberga la mayor colección de muestras de color de Porsche y un banco de mezcla donde los expertos combinan con precisión milimétrica los componentes necesarios.
Experiencia artesanal
La creación de estos colores requiere un alto grado de trabajo manual y experiencia. “Cada tono debe aplicarse de forma perfecta en todas las superficies del vehículo”, explica Boris Apenbrink, Director de Porsche Exclusive Manufaktur. Para lograrlo, se ha desarrollado un proceso exclusivo que combina la artesanía con los estándares industriales de calidad que caracterizan a la marca.
Con esta apuesta por la personalización, Porsche no solo responde a la creciente demanda de exclusividad, sino que también refuerza su vínculo emocional con los clientes.
Y es que el color ya no es solo una elección estética, sino una forma de expresión personal. Y en Porsche, esa expresión puede convertirse en una obra de arte sobre ruedas.
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