Nissan acaba de presentar el Navara 2015, la que será la duodécima generación del modelo y que se actualiza en todos sus aspectos. El primero, que salta a la vista, es el exterior, donde el pick-up se acoge al nuevo lenguaje de diseño de la marca, aunque de una manera algo menos marcada que el resto de los modelos del fabricante.
La principal diferencia en este aspecto es la parrilla. Si toda la familia Nissan ha apostado por una en forma de ‘V’ con el logo en el centro y entradas de aire laterales que la unen con los grupos ópticos (aquí puedes ver un claro ejemplo en el Qashqai); en el Navara es más rectilínea, con una gran superficie cromada a la que se adhieren los pilotos, pero no hay resto de esa ‘V’. Por lo demás, destacan sus formas menos angulosas y más redondeadas, la superficie de carga de mayor tamaño en todas las carrocerías (cabina simple y doble) y los dos nuevos colores exteriores, Amarillo Sabana y Bronce Tierra.
En el interior se ha rediseñado el puesto del conductor y el salpicadero al completo, con especial protagonismo en la consola central, que ahora tiene una pantalla de siete pulgadas y estrena disposición de los controles para hacer más intuitivo su manejo.
En Europa solo se comercializará con dos variantes del motor diésel 2.5 de la marca, la de 163 CV y 403 Nm de par y la de 190 CV y 450 Nm. Ambos bloques son un 11% más eficientes que sus antecesores y pueden combinarse tanto con un cambio manual de seis relaciones como con uno automático de siete. Como es habitual estarán disponibles versiones de tracción delantera y total.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.