Tal y como ha informado The New York Times, Robert Redford ha muerto este martes por la mañana a los 89 años. Ha fallecido mientras dormía en su casa de Provo (Utah, Estados Unidos), pero, por ahora, no han revelado la causa del óbito.
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Robert Redford ha sido un actor con una carrera larga y llena de éxito. Gracias a ella conoció a uno de sus grandes amigos: Paul Newman. Si algo caracterizaba a esta relación era su sentido del humor y el intercambio de pintorescas bromas.
Cuentan que Robert Redford quiso agradecer a Paul Newman su recomendación para el papel de Sundance Kid en ‘Dos hombres y un destino’. La manera con la que mostró su gratitud fue un Porsche.
Con motivo del 50 cumpleaños de Paul Newman, Robert Redford le regaló un modelo de la marca alemana y lo dejó en el jardín de la casa del primero: junto a la piscina. Le acompañaba una tarjeta de felicitación. El problema es que aquel coche no servía para nada: su estado era tan malo que no tenía ni motor.
Por este motivo, hay quien asegura que el regalo llegó porque Redford estaba harto de que los coches fueran, en muchas ocasiones, el único tema de conversación de Newman. Independientemente del motivo, este comentó en varias entrevistas que no pudo parar de reír cuando se dio cuenta de la broma.
Un Porsche convertido en escultura
La historia del Porsche no terminó ahí. Unos días después, Robert Redford se encontró con un paquete de considerables dimensiones en la puerta de su casa. ¿Qué contenía? Una escultura hecha con el coche que había regalado a Paul Newman: este le había pedido a Carole Eisner que lo convirtiera en arte… y estuvo en casa de Robert Redford durante años.
En el último capítulo de este intercambio de bromas, Robert Redford mandó a Paul Newman una caja con 150 rollos de papel higiénico y este imprimió en ellos la cara de su amigo.
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Desde que aprendió a hablar y escribir, una de sus pasiones siempre fue contar todo lo que pasaba a su alrededor. Hizo las maletas y cambió Zaragoza por Madrid para estudiar Periodismo en la Universidad Complutense. Antes de graduarse, el mundo del motor se cruzó en su camino… y nunca lo ha abandonado.
